Durante las acciones por la independencia, destaca el capitán de navío Felipe Santiago Esteves, nacido en Maiquetía el primero de mayo de 1779, muy joven fue enviado a Cádiz para iniciar la formación náutica durante cuatro años, que más adelante le facilitaría desenvolverse en múltiples avatares independentista, realizo actividades en las costas venezolanas y caribeñas. A raíz del movimiento revolucionario del 19 de abril, la Junta Suprema de Caracas, le ordeno custodiar entre Puerto Cabello y Punta Tucacas o Cerro Morrocoy, a bordo de la goleta «Princesa».

Su bautizo de fuego marino sucedió el 23 de agosto de 1811, al enfrentarse al coronel Juan Gabaso en Chichiriviche, resultando triunfante a pesar de las heridas sufridas durante el abordaje. En tal acción naval pudo liberal unos prisioneros y capturar importante cantidad de armas y municiones; esa actividad le permitió ascender a alférez de fragata en octubre de 1811. En enero de 1812, es destinado al oriente venezolano para organizar una escuadra sutil (embarcaciones ligeras artilladas), que movilizo al Orinoco, sobre cuyas aguas el 27 de febrero de 1812, junto a Juan Bautista Bideau, ejecuta operación fluvial en el caño Macareo, pudiendo derrotar a las fuerzas realistas comandadas por Francisco Quevedo, apoderándose de una goleta con cuatro cañones.

Esta acción es considerada como la primera sobre Guayana, y primera participación del capitán y futuro general en jefe, el margariteño Santiago Mariño .Como alférez de navío, el 2 de marzo de 1812, Esteves a las órdenes del coronel Manuel Villapol en Sorondo – Delta del Orinoco, cayó derrotado por fuerzas superiores; nuestro valeroso paisano incendió las embarcaciones antes que entregarlas, llegaría a Cumaná, luego a La Guaira y más tarde a Puerto Cabello.

El 6 de julio de 1812, transporto en el bergantín «Celoso» desde Puerto Cabello a nuestro futuro Libertador, algunos oficiales y cuarenta soldados hacia La Guaira, debido a la pérdida de la fortaleza San Felipe en manos realistas, por culpa de la traición del subteniente Francisco Fernández Vinoni. Al perderse la República, debido a quebrantos de salud, Esteves permaneció escondido por espacio de un año, hasta que pudo emigrar hacia Cartagena de Indias. Al regresar a Venezuela en octubre de 1813, combatió en su ambiente naval en el oriente a las órdenes de Mariño, mereciendo en 1814, su ascenso a teniente de fragata.

Tras consumarse la Emigración a Oriente, Esteves escolta con el navío «Culebra» desde Carupano hasta Cartagena, a Bolívar y Mariño que iban a bordo del «Arrogante».
Igualmente llevar al Libertador, transporto a Bolívar, desde Jamaica hacia Haití el 19 de diciembre de 1815, donde se prepararía la Expedición de los Cayos, bajo los auspicios del presidente Luis Petión «el magnánimo», y el apoyo en armamento y barcos por parte del curazoleño Luis Brión, expedición libertadora que salió el 31 de marzo de 1816 hacia Margarita. Esteves continuaría ejecutando operaciones navales de hostigamiento a las embarcaciones realistas en el Caribe; en enero y en noviembre de 1817, se traslada a la isla de Saint Thomas en busca de fusiles y pólvora. De paso por Trinidad, se casa en 1818 con Jacinta Valdés; procrean a Felipe Santiago, futuro Ministro de Guerra y Marina en 1877.

El Libertador le reconoce a Felipe Santiago Esteves sus invalorables servicios a la República, designándolo el año 1818, Comandante General de la Marina en el Alto y Bajo Orinoco. En 1819, transporto a los voluntarios ingleses, irlandeses y alemanes desde Angostura hacia el Arauca. En febrero de 1819 el Libertador lo ascendió al grado de capitán de navío, otorgándole ese año la máxima condecoración «Los Libertadores de Venezuela» con la designación de «Benemérito». Cumplida con éxito la Campaña de Carabobo, este lobo de mar es destinado a cumplir funciones en cargos administrativos en la Marina de Guerra hasta el año 1829, cuando es designado Ministro de la Corte Marcial. Falleció en Caracas el 27 de agosto de 1849, su nombre es llevado con orgullo por promociones de oficiales y de alumnos de la Armada, una Medalla Naval y el Centro de Adiestramiento Naval, fundado en 1948, recuerdan su legado emancipador.




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