Iker Casillas, ex capitán de la selección española y del Real Madrid, lamentó que su carrera no terminara como le hubiera gustado, ya que fue una decisión forzada por las circunstancias.
Tras sufrir un infarto de miocardio el 1 de mayo de 2019, el guardameta estuvo todo un año sin jugar, hasta que el pasado 4 de agosto anunció su retirada del fútbol. Casillas confesó que esa decisión no fue difícil porque no fue él quien la tomó, simplemente tuvo que aceptarla.
«Es verdad que antes del infarto pensaba desde hacía uno o dos años cómo podría ser mi futuro. Lógicamente, cada día me acercaba un poco más a la retirada, pero no terminó como me hubiera gustado. Eso me da pena», afirmó en una entrevista para ‘France Football’.
El ex jugador de 39 años, que fue clave en la época dorada de la selección española, en la que ganaron dos Eurocopas (2008, 2012) y un Mundial (2010), explicó que no tuvo que retirarse por una lesión grave, sino por algo muy serio de lo que, con suerte, pudo librarse.
El portero colgó los guantes con 1.039 partidos a sus espaldas y 24 títulos en su palmarés, entre los que se destacan los conseguidos con España, tres Champions League (2000, 2002 y 2004) y cinco Ligas españolas (2001, 2003, 2007, 2008 y 2012) con el Real Madrid. Por lo tanto, el ex capitán blanco consideró que su carrera ha tenido «más momentos mágicos que caóticos».
Casillas fue uno de los 10 nominados por ‘France Football’ para el premio a mejor portero de la historia, entre los que se encuentran jugadores en activo como Manuel Neuer o Gianluigi Buffon, guardametas a los que se ha enfrentado y que, a día de hoy, le impresionan.
«Cuando pienso en todos los demás que, de hecho, son leyendas para mí, me pongo un poco rojo. Me asombra estar ahí. Es cierto que he logrado grandes cosas en el fútbol, que he sido mucho tiempo uno de los mejores. Dejo a los miembros del jurado decidir si mi presencia es legítima. Mirándolo de cerca, sé que pocos hemos tenido una carrera como la mía», reconoció.