Cinco muertos, entre estos tres miembros del grupo yihadista Estado Islámico (EI) y dos civiles murieron este lunes en una operación nocturna de las fuerzas de seguridad de los talibanes contra la formación terrorista en el sur de Afganistán.
La acción tuvo lugar pasada la medianoche en la ciudad de Kandahar, capital de la provincia homónima, como parte de un dispositivo más amplio para acabar con el grupo yihadista en Afganistán, y que incluye también arrestos.
La operación se llevó a cabo en el distrito PD4 (de Kandahar) en el que matamos a tres secesionistas del EI y dos civiles murieron. No hubo víctimas entre nuestros combatientes, explicó a Efe el portavoz del Ministerio de Interior, Qari Sayeed Khosti.
Medios locales informaron también de operaciones en otras zonas de la ciudad, pero el portavoz del Ministerio de Interior rechazó ese extremo.
Khalil Ahmad, un testigo de lo sucedido en PD4, reveló a Efe que "la operación empezó a la medianoche con un tiroteo, que continuó durante al menos una hora", y dijo no saber nada sobre las víctimas.
Los talibanes están llevando a cabo una serie de operaciones en buena parte del país contra el EI, y han matado o detenido a decenas de yihadistas en al menos ocho de las 34 provincias afganas, además de numerosas rendiciones.
Cinco muertos en Afganistán
Estas operaciones comenzaron después de sucesivos ataques reivindicados por el EI en varias provincias desde la toma de poder de los talibanes el pasado 15 de agosto, unas acciones que han tenido como objetivo a los fundamentalistas, a minorías o a la población en general.
El mayor atentado del grupo yihadista en los últimos meses, con unos 170 muertos, tuvo lugar el pasado 26 de agosto en el aeropuerto de Kabul, cuando miles de afganos trataban desesperados de huir del país en alguno de los vuelos de evacuación.
Además un ataque suicida del EI contra una mezquita de la minoría chií, a los que considera apóstatas, dejó al menos 80 muertos y unos cien heridos en el norteño Kunduz el pasado 8 de octubre, y otro atentado similar una semana después en Kandahar dejó 60 muertos.
Analistas y expertos han señalado que el grupo yihadista se ha convertido en la mayor amenaza a la seguridad del Gobierno talibán en Afganistán, después de la retirada de las tropas internacionales o el escaso poder operativo de guerrillas afganas opositoras.