Humberto Prado. (Foto Cortesía)

 

Felícita Blanco

Además de la insalubridad, el hacinamiento y el retardo procesal, los privados de libertad también deben lidiar con las exigencias de la ministra del Servicio Penitenciario, Iris Varela, quien sentenció que no recibiría “a una persona que ni siquiera tenga una audiencia preliminar”.

Humberto Prado, director del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), manifestó su preocupación por el galopante hacinamiento en los calabozos del Cicpc, PNB, GNB, Sebin, policías estadales y municipales, y agregó que además del ocio carcelario, repuntaron epidemias de sarna, hepatitis y tuberculosis. A su juicio, esa medida de Varela va a agravar la crisis penitenciaria.

En lugar de solventar el hacinamiento otorgando medidas cautelares y construyendo nuevos centros de reclusión preventiva, ahora no quiere aceptar a los presos en las cárceles, después que cerró el Internado Judicial de Los Teques, la cárcel de Sabaneta, La Planta, El Marite, etc. Quieren meter 30 presos en un calabozo con capacidad para cinco personas.

El 100% de los privados de libertad sobrevive en espacios no aptos. La mayoría no ha recibido sentencia, una grave violación al debido proceso, recordó. «Muchos internos no son trasladados a sus audiencias cuando les corresponde por falta de transporte o debido a la negación de los funcionarios de la GNB».

El director del OVP condenó que la ministra pronunciara en la Organización de Naciones Unidas (ONU) afirmaciones contrarias a la realidad, como por ejemplo que “las cárceles venezolanas son impecables». Las cárceles en España son las más saturadas de Europa. Estados Unidos tiene a prisioneros en cárceles escondidas. Las cárceles de Paraguay son como el infierno en la tierra”.

Durante el  Examen Periódico Universal de la ONU, Varela destacó la “pacificación” de la Penitenciaria General de Venezuela, y Prado le recuerda que en ese penal se registraron el secuestro de personal militar y civil, el ingreso de más de 2.000 privados de libertad por orden del “pran”, el estallido de una granada que dejó un saldo de 12 muertos y 27 heridos, también nueve muertos por tuberculosis, y el robo de municiones de guerra de un destacamento militar.

El OVP ha recibido denuncias de presos y familiares, porque el nuevo régimen penitenciario vulnera los derechos humanos de la población reclusa.

– Los privados de libertad son obligados a hacer orden cerrado, cantar himnos militares en apoyo al Gobierno nacional bajo un riguroso horario, restringen las visitas causando aislamiento y también se registra la falta de alimentos para los detenidos.

 




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