El Consejo de Seguridad de la ONU condenó el asesinato en Ankara del embajador ruso en Turquía, Andréi Karlov, y lo describió como un atentado terrorista.
En un comunicado, los quince miembros del Consejo trasladaron sus condolencias a la familia de la víctima y al Gobierno ruso.
Al mismo tiempo, reiteraron la necesidad de llevar ante la Justicia a los responsables, organizadores y quienes financian este tipo de acciones y reafirmaron que el terrorismo es una de las mayores amenazas a la paz y seguridad internacional.
«Cualquier acto de terrorismo es criminal e injustificable, sin importar la motivación, el lugar, el momento o quien lo cometa», señaló el Consejo de Seguridad, que subrayó su compromiso de combatir por todos los medios a los terroristas.
Además, el máximo órgano de decisión de la ONU recordó la inviolabilidad de los diplomáticos y llamó a tomar todas las medidas necesarias para protegerlos.
Antes, el secretario general de la organización, Ban Ki-moon, condenó el ataque y mostró su indignación por lo que calificó como un acto de terror sin sentido, para el que no puede haber justificación.
Karlov, que iba sin escolta, fue disparado a quemarropa por un hombre joven cuando pronunciaba unas palabras en la inauguración de una exposición de fotografía en pleno centro de la capital turca.
En las imágenes ofrecidas por la televisión turca se puede ver cómo el diplomático ruso es tiroteado por la espalda y, mientras permanece inmóvil en el suelo, el asaltante gritó «No se olviden de Alepo y de Siria»
