Parece redundante y ocioso abundar sobre la destrucción del país, y más en el caso de las universidades, insistir en lo que parece evidente, pero que resulta insuficiente para explicar la realidad que nos asalta a primera vista. Necesario es ir más allá de lo terrible y desastroso que promete el vuelo de un dron fotográfico. Inmediatamente viene a la memoria Hannah Arendt, cuando intentaba demostrar, en su “Eichmann en Jerusalén”, que no era posible tanto mal, reflejado en el holocausto hitleriano, sin que hubiese omisión y hasta complicidad en los sectores afectados.

En el caso de nuestra universidad, no sólo es posible encontrar la huella destructora del régimen oscurantista, sino hasta huellas dactilares de los aliados interiores, expresado en su silencio, omisión o congraciación como si nada estuviera ocurriendo, o nada habría que exigir y defender. Hay testimonios gráficos y documentales, que serán un banquete para historiadores y cronistas, de lo que será denominado la Era Drácula de nuestra amada universidad. No solo ausencia de firmeza para defenderla sino de complacencia y silencio ante la oscuridad destructora y corruptiva.

No nos referimos solo a la erosión, destrucción y abandono del mantenimiento de la planta física, instalaciones deportivas, zonas verdes, vialidad. Nos referimos, no solo a la abundancia de monte y culebras, las cuales mataron a los perros cuidados por la comunidad universitaria, sino también del terror impuesto por el hampa a través de robos, asaltos y saqueo de aulas, laboratorios, sustracción de equipos y materiales; destrucción y desmantelamiento de toda de la infraestructura de servicios que incluye comedor, agua, redes e internet, teléfonos y transporte.

Si el daño físico ha sido devastador, el daño político, académico, social y moral ha sido inconmensurable. Es paradójico y casi increíble, que haya quienes no valoren el daño político y social infligido a la Universidad. El gobierno siempre ha estado claro que ésta es su archi-enemigo porque ella es el asiento de las ideas y el pensamiento, del conocimiento, la ciencia y la tecnología; es la fuente principal de la cultura y el arte. Ella es la máxima institución de donde emerge y ha emergido el liderazgo político de la Nación. La meta de un estado autoritario y vocación totalitaria como éste es controlarla, domesticarla o destruirla, o convertirla en un sitio expedidor de títulos sin pertinencia ni responsabilidad social.

Esta realidad decadente y sombría debe ser enfrentada, levantando con firmeza y claridad una ALTERNATIVA DE VALOR, para afrontar con claridad la problemática universitaria, y expresarse con fuerza en las próximas elecciones universitarias. Ella debe estar sostenida en el rescate de nuestra Universidad de Carabobo, su autonomía y su condición plural y democrática, e inspirada en el aliento y respaldo de la Ciudad y la región, que la vio renacer en 1958.

Hombres y mujeres formados en su seno, alimentados de la experiencia del trabajo por su universidad y nuestra región, consustanciada con su papel estratégico en el desarrollo social y económico, y desarrollados en el cálido hogar de un pensamiento democrático y libertario; están listos ya para llevar a la victoria a nuestra amada Alma Mater: Ulises Rojas, Rector; Isandra Villegas, Vicerrectora Administrativa; Tadeo Medina, Vicerrector Académico; AnieEvies, Secretaria.

¿Quieres recibir nuestros titulares diarios, matutinos y vespertinos?
Únete a nuestro canal de Telegram
https://t.me/titularesec

O a nuestro grupo de whatsapp
https://chat.whatsapp.com/E55qyLa9mGw2hNNrN32r1b
Con gusto te los enviaremos




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.