Las condiciones laborales del personal sanitario en medio de la pandemia de COVID-19 no mejoran. En la entidad carabobeña se han reportado casos de enfermeras que se descompensan durante las jornadas de trabajo debido a que el material de los overoles que les entregaron como parte del equipo de protección personal (EPP) no es el adecuado.
Así lo denunció Carmen Álvarez, integrante de la junta directiva del Colegio de Enfermería de Carabobo. “El overol que están utilizando es de plástico, que ocasiona altas temperaturas en el cuerpo. Debido al nivel de deshidratación que esto les causa, muchas se han desmayado durante la guardia”, dijo.
En el caso de los ambulatorios, el problema no es el material de los overoles sino la ausencia total de EPP para los enfermeros y enfermeras que deben atender a pacientes con diagnóstico positivo de COVID-19. Álvarez detalló que cuando los solicitan, la respuesta es que “no hay” o simplemente se los niegan.
La vocera sostuvo que al personal de enfermería también le niegan la posibilidad de acceder a las pruebas de diagnóstico rápidas para descartar o confirmar algún contagio, incluso si presenta sintomatología asociada a la enfermedad.
“Continúa el silencio total a cada una de las exigencias que se han hecho a las entidades gubernamentales”, advirtió. “Nuestro personal de salud, nuestras enfermeras, siguen con el compromiso de asistir a sus trabajaos. Sin embargo, el patrono sigue con el maltrato de no cumplir con las condiciones mínimas para cubrir este cuidado”.
Dotación desigual de insumos
Por su parte el presidente del Colegio de Enfermería de Carabobo, Julio García, rechazó la falta de equidad en la distribución de los diferentes insumos, EPP y medicamentos, ya que las autoridades sanitarias regionales se estarían concentrando principalmente en la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera (CHET), en Valencia, sin tomar en cuenta el resto de los hospitales y ambulatorios del estado.
“No es posible que hay centros que no tengan nada y otros que sí, como ocurre en el Hospital Central (CHET), donde efectivamente han dotado un poco más de este material, a pesar de que es de mala calidad”, señaló el representante gremial. “Queremos hacerles un llamado de atención a las autoridades para que escuchen los planteamientos que se han entrado por escrito”.
En la entidad carabobeña hay al menos 17 hospitales y más de 100 ambulatorios distribuidos en los 14 municipios. Según García, a todos llegan pacientes sospechosos o positivos por COVID-19, por lo que exigió que exista la misma dotación y condiciones de atención que hay en la CHET en el resto de los centros asistenciales.
Déficit de personal
En marzo, cuando se reportaron los primeros casos de coronavirus en el país, se reportó un déficit de aproximadamente 60% de enfermeros y enfermeras en Carabobo, pero ocho meses después la situación empeoró y la cifra podría ser mayor a la registrada al inicio de la pandemia, aseveró el vocero.
“El déficit se ve con mayor preocupación en las áreas de atención de paciente con COVID-19, pero las enfermeras se han ido porque no contamos con salario ni recursos suficientes”, dijo al explicar que en las unidades de cuidados intensivos debe haber una enfermera por cada paciente; en las de cuidados intermedios, una por cada cuatro; y en el área de hospitalización, una por cada ocho.
Pero esos parámetros de atención son prácticamente imposible de cumplir ante la falta de personal. “Nosotros hemos recibido reportes donde hay espacios completos de 30 y 40 pacientes donde apenas llegan dos enfermeras. Esa es una situación que se tiene que revisar”, agregó.
Hasta la fecha, Carabobo suma dos enfermeras y 15 médicos fallecidos con sintomatología asociada a la COVID-19, según datos de la ONG Médicos Unidos de Venezuela. Las dos profesionales del gremio de enfermería, identificadas como Norka Rojas y Yaquelin Reyna, murieron en Puerto Cabello.
