La tregua con el ELN encara su primera crisis en Colombia por asesinato de un líder indígena. (Twitter)

La tregua con el ELN encara su primera crisis en Colombia. El asesinato reconocido por los rebeldes de un líder indígena mina la confianza en el alto al fuego pactado en medio de los diálogos de paz en Quito.

De momento, el gobierno decidió este lunes mantener el cese al fuego vigente desde el 1 de octubre, con una duración inicial de tres meses, tras la confesión del asesinato por parte de un frente de la guerrilla que pidió perdón por el hecho.

«Ningún incidente por sí mismo será causa de ruptura del cese al fuego de forma unilateral y automática», aclaró la oficina del Alto Comisionado de Paz en un comunicado.

Sin embargo, el caso es un «incidente grave» que será evaluado por la misión de verificación que conforman la ONU, la Iglesia católica y las dos partes comprometidas desde febrero en una negociación de paz en Quito.

Solo después de que se pronuncie el mecanismo en un plazo no determinado, el gobierno y los rebeldes definirán «la continuidad del cese al fuego», según el gobierno.

El asesinato que tensó el acuerdo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) se produjo el miércoles en el selvático departamento de Chocó, en medio de una serie de ataques a líderes sociales y de derechos humanos que dejan 200 muertos desde enero de 2016, de acuerdo con la Defensoría del Pueblo (ombudsman).

El gobernador indígena Aulio Isarama Forastero, de 29 años, había sido retenido acusado de tener supuestos nexos con la inteligencia militar, y murió tras negarse a ir con sus captores.

El dirigente «se niega a caminar y se abalanza sobre uno de nuestros guerrilleros, con el trágico desenlace conocido», expresó el Frente de Guerra Occidental Omar Gómez en un comunicado difundido el domingo.

Además del cese de acciones militares, el ELN se comprometió a suspender los secuestros y ataques a la infraestructura petrolera durante la tregua que finalizará el 9 de enero.

Unidad en cuestión

Aunque ninguna de las dos partes ha reconocido que se trató de una violación de lo pactado, expertos en el conflicto creen que esta acción debilita la credibilidad en la primera tregua bilateral que aceptó la agrupación guevarista desde que se levantó en armas en 1964.

«Esta torpeza lo que hace es que todo el mundo empiece a pedir el levantamiento de la mesa» de negociaciones, señala Ariel Ávila, de la Fundación Paz y Reconciliación, a la AFP.

En su opinión, aunque difícilmente las partes abandonarán el alto al fuego por muy «reprochable y doloroso» que sea el crimen, el ELN «no ha entendido» los «problemas de apoyo» en las negociaciones y que un crimen así lo «único que hace es minar esa confianza con un gobierno debilitado».

A menos de un año de dejar el poder, Santos intenta sacar adelante los diálogos con el ELN y avanza en medio de tropiezos en la implementación del acuerdo que condujo al desarme y transformación en partido político de la guerrilla marxista de las FARC.

Santos, que busca la «paz completa» para un país desangrado por medio siglo de conflicto, no solo enfrenta el rechazo de la oposición a sus esfuerzos de paz, sino el deterioro de la coalición del gobierno en el Congreso, clave para la aprobación de las leyes y reformas que se desprenden de los pactos de paz.

Y por el lado del ELN el asesinato del gobernador indígena plantea nuevas dudas sobre la cohesión de esa organización armada.

Al menos el frente implicado en el crimen «no ha decidido parar totalmente» su actividad, señala Frederic Massé, académico experto en el conflicto, y cree que la jefatura del ELN se verá obligada a ofrecer una respuesta pública más allá del perdón que ya emitió.

Una dura condena sería «el reconocimiento de que este frente de guerra occidental es disidente», dijo a la AFP.

Con unos 1.500 combatientes según autoridades, el ELN es la única guerrilla activa reconocida por el gobierno, y a diferencia de las FARC tiene una estructura federada.

«Aquí lo que el ELN tiene que hacer es ajustar las tuercas y llevar a alguien del Frente de Guerra Occidental a la negociación en Quito», añade Ariel Ávila.

En medio de la tregua, las partes instalaron el miércoles en Quito el cuarto ciclo de negociaciones de paz en Ecuador.




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