La población infantil de bajos recursos es la más afectada por la grave crisis alimentaria que atraviesa Venezuela en medio de la emergencia humanitaria compleja. Afortunadamente, ante la inacción por parte de las autoridades gubernamentales, cada vez son más las voluntades que se suman a la lucha para hacer frente a esta dura realidad.
En esta nueva entrega de nuestra sección Gente que suma, les presentamos la historia del comedor Alimenta la Solidaridad Carabobo, ubicado en el barrio La Manguita de Valencia, donde de lunes a viernes, sin falta, se benefician al menos 51 niños con un plato de comida a la hora del almuerzo.
Esta iniciativa, que forma parte de la red nacional de la ONG Alimenta la Solidaridad, llegó a Carabobo hace tres años. Actualmente cuentan con nueve comedores en zonas vulnerables del estado, como La Manguita, Trapichito, El Prado, Santa Inés, Santa Rosa, entre otras, en los que son atendidos en total más de 600 niños.
La necesidad presente entre los niños de su comunidad fue lo que llevó a Solayda de Villanueva a ceder un espacio en el último piso de su casa para instalar el comedor. “Fueron los niños los que me motivaron a participar en esto. Ellos son lo más importante. Gracias a Dios ha sido una bendición”, dijo.
Una vez instalado el comedor, lo siguiente fue la selección de los niños que formaría parte del programa. Para eso se les realizó una evaluación médica que incluyó la toma de medidas antropométricas, a fin de determinar quiénes estaban por debajo de su peso y talla de acuerdo a sus edades. Posteriormente realizan un seguimiento mensual a cada niño.
El menú que sirven cada mediodía fue elaborado por especialistas en nutrición, a fin de garantizar una alimentación balanceada y que en cada plato esté presente una porción de proteínas, carbohidratos y vegetales. Los insumos son aportados por diversos donantes y distribuidos a cada comedor.
La preparación de los alimentos inicia desde muy temprano en la mañana. En ese proceso son vitales personas como Aica Escalona, una de las cocineras comprometidas con esta causa. Ella, junto al resto de las colaboradoras, hace todo lo que está a su alcance para que el comedor funcione, a pesar de la falta de gas doméstico y electricidad.
“Ha sido fuerte. Cuando nos quedamos sin gas, pasamos a cocinar con electricidad en cocinas eléctricas, pero a veces duramos hasta un día sin luz”, señaló Aica. “Hemos llegado a la situación de tener que ir hasta el cerro a buscar leña para cocinar en un fogón para que el comedor no pare porque los niños al mediodía dependen de nosotros”.
Sin embargo, no están dispuestos a rendirse. Es ese uno de los objetivos que persigue Alimenta la Solidaridad Carabobo y que en La Manguita lo han logrado: generar sentido de pertenencia en las comunidades para que todos se involucren en la búsqueda de soluciones para sus problemas. Cuando algo falta, todos participan, desde los colaboradores hasta los padres.
Valencia es la octava ciudad del país con la mayor cantidad de niños que presentan desnutrición aguda, según el estudio más reciente de Cáritas de Venezuela. Es por eso que los comedores de Alimenta la Solidaridad Carabobo se han convertido en la esperanza de decenas de niños en comunidades de la capital carabobeña.
“Lo que queremos con los comedores es que sean puntos de encuentros con la sociedad. En un país que está tan polarizado, con muchos problemas, aquí ayudamos todos a salir de una necesidad, que es sacar adelante a estos chamos”, explicó Néstor Olleros, coordinador de Alimenta la Solidaridad Carabobo.
El trabajo que realiza la ONG lo pueden seguir a través de @alimentalasolidaridadcarabobo en Instagram. También puedes apoyar a la red nacional de Alimenta la Solidaridad en: alimentasolidaridad.org.
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