El ministro marroquí de Exteriores, Naser Burita, alertó sobre las ambiciones iraníes de entrar en el África occidental para propagar la doctrina chií, un fenómeno ante el que señaló como prioritario preservar la «seguridad espiritual» de los marroquíes y africanos, en referencia a la rama suní del islam.
Burita hizo estas declaraciones durante una comisión parlamentaria de Asuntos Exteriores celebrada la semana pasada a puerta cerrada y recogida en un informe al que ha tenido hoy acceso Efe.
Durante su alocución, indica el documento, el ministro afirmó que la seguridad espiritual de los marroquíes y del continente africano está entre las prioridades para repeler las ambiciones iraníes que intentan entrar en África occidental para propagar la doctrina chií.
Marruecos alerta ante las ambiciones iraníes
Burita señaló que la solidaridad de Marruecos con los Emiratos Árabes Unidos tras los ataques la semana pasada de los rebeldes yemeníes en Abu Dabi es un «mensaje claro» contra los abusos de los hutíes yemeníes y de Irán, que los apoya.
Marruecos cortó sus relaciones diplomáticas con Irán en mayo de 2018 después de acusar a Hizbolá, aliado de Irán, de armar a los independendistas del Frente Polisario, con los que mantiene un conflicto abierto por el territorio del Sáhara Occidental.
Los países del bloque suní, encabezados por Arabia Saudí, acusan a Irán de difundir el chiísmo en regiones que habitualmente son suníes y entre los musulmanes de los países occidentales con el fin de conseguir influencia política.
Asimismo, los Estados suníes reprochan a Irán, que es el único Estado del mundo que se define como chií, de convertir a los movimientos que adoptan esa doctrina en el mundo islámico en extensiones políticas y militares del país para propagar la inestabilidad.
