Dr. Juan Carlos Riera, venezolano en Chile. (Cortesía)

Es urólogo y antes de emigrar a Chile visitó otros países, pero Chile le brindaba la oportunidad con mayor facilidad de continuar ejerciendo su profesión. Al llegar y ver la prueba de revalidación que hacen en ese país para los profesionales de la salud extranjeros, detectó fallas y es allí donde empieza una fase importante en la historia inmigrante de este doctor. #MiVuelo les presenta a Juan Carlos Riera.

Salió de Venezuela el 14 de octubre de 2015, aunque no quería hacerlo, debió tomar la decisión para resguardar a su hija. Riera era blanco de extorsiones y vivían como encarcelados en su propia casa, tras ver de cerca varios episodios de inseguridad. En Maracay, capital del estado Aragua, tenía dos unidades de urología, ejercía su profesión y desde el punto de vista profesional le iba muy bien.

Antes de irse a Chile había viajado a Panamá, República Dominicana, Colombia, Costa Rica, pero ante la demanda de médicos que requerían en Chile, al menos estarían necesitando 4.900 especialistas, según reporta el Dr. Riera, prefirió Chile. Además, en ese país el Seremi de Salud, le podía entregar un permiso o autorización para trabajar en un hospital público en su especialidad mientras lograba la revalidación de la carrera.

“Ha sido muy duró, recién llegado a Chile los médicos de la zona se unieron para demandarnos, tuve que ir a tribunales en calidad de imputado, pero no procedió nada, todo estaba en regla, tenía mis permisos”, relató el Dr. Riera. Pero lo más difícil sucedió luego, cuando al ver que la prueba de revalidación de medicina tenía deficiencias, a su juicio dicha prueba no media lo que ellos pedían, “era una cosa que lo que se veía por detrás era un bosque embrujado, era el esquema, las preguntas, situaciones irregulares, por lo cual eso me llevó a fundar la “Asociación de Médicos Venezolanos Andrés Bello”, que presidí por tres años”.

A través de la asociación el Dr. Riera logró cosas positivas para los médicos venezolanos, entre ellas que el profesional de la salud pudiera certificar la especialidad sin haber validado la medicina general, ya que había especialistas que llevaban mucho tiempo sin ejercer porque debían revalidar medicina general en campos que no eran su área.

Riera asistió a reunión con representantes de la Academia Chilena de Medicina. (Cortesía)

También logró que la Organización Panamericana de la Salud, OPS, evaluara la calidad del Examen Único Nacional de Conocimientos de Medicina (Eunacom) demostrando que tenía fallas, de hecho, lo compararon con otras pruebas a nivel mundial.

El trabajo arduo del Dr. Riera continuó cosechando aspectos positivos que beneficiaron a muchos, consiguió que la Corporación Nacional de Especialidades Médicas, aceptaran los títulos no universitarios o postgrados asistenciales de Venezuela.

Asimismo, alcanzó que la EUNACOM fuera la reválida única y automática, resulta que después de unos años la Contraloría había emitido una resolución que decía que los venezolanos debían pasar por la revalidad de una Universidad de Chile, lo que representaba un costo de inversión de 6.000 dólares y los tramites tardarían más.

Actualmente ya el Dr. Riera hizo todas las reválidas, medicina general, urología, tiene gran aceptación por parte de sus pacientes. Se siente feliz porque habían cirugías que no se aplicaban y ahora si puede hacerlas, como la cirugía laparoscópica avanzada, incluso los hospitales compran sus instrumentos para poder realizarlas.

Además, el Dr. Riera emprende un proyecto muy especial, un libro, cuya idea nace en conversaciones con su profesor de 6to grado. En el libro desea plasmar toda la experiencia vivida al emigrar. Desea detallar las críticas que recibió de personas que le decían: ¡cómo se atreve a hacer cambios en el sistema!, pero asegura que los cambios se pueden generar siempre y cuando se den con respeto.

El doctor Riera presentó al Ministerio de Salud Chileno sus propuestas.(Cortesía)

Inspirado en Andrés Bello y orgulloso de lo que ha logrado, el Dr. Riera seguirá adelante con su proyecto, continuará ejerciendo su profesión y además no dejará de extrañar a su Venezuela querida, porque de su país extraña todo: su olor, la gente, “en Venezuela la gente se conecta contigo y te habla a los ojos, el lenguaje corporal es diferente aquí en Chile. Extraño mi casa, ir a comer chicharrón en la calle del colesterol los domingos, a mis hermanos que trabajaban todos conmigo”.

Gracias Doctor Riera por permitirnos contar su historia, su experiencia como emigrante, gracias porque con humildad nos contó cada logro que celebramos y aplaudimos porque sirvieron de gran beneficio para todos esos profesionales hermanos. Gracias por enviar ese mensaje a quienes tuvieron que emigrar, saber que hay que aguantar y creer en uno mismo es de sabios.

Cortesía: Adriana Henríquez

@migranresenvuelo




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