Un tribunal paquistaní declaró fugitivo al expresidente Pervez Musharraf, inculpado por el asesinato en 2007 de su rival política Benazir Bhutto, y absolvió a cinco sospechosos, presuntamente relacionados con los talibanes.
El tribunal ordenó que se confisquen los bienes del exdirigente militar, que se encuentra actualmente en Dubái.
Musharraf fue declarado fugitivo, dijo a la prensa un responsable del tribunal, delante de la prisión de Adiala, en Rawalpindi, donde tuvo lugar la audiencia.
Cinco sospechosos que estaban detenidos fueron liberados. Dos policías fueron condenados a 17 años de prisión cada uno y a pagar 500 mil rupias, equivalente a 4 mil euros, de multa por su mala gestión en la escena del crimen, agregó.
Se trata del primer veredicto en el marco de ese atentado, cometido hace diez años, que sumió al país en el caos.
Bhutto, elegida dos veces primera ministra de Pakistán, murió el 27 de diciembre de 2007 en un atentado suicida cometido después de un mitin en Rawalpindi.
El régimen de Musharraf acusó entonces al jefe de los talibanes pakistaníes. El suicida era un adolescente de 15 años de Waziristán del Sur, feudo de los rebeldes islamistas, según la investigación pakistaní.
Cinco jóvenes, presuntos islamistas cercanos al joven kamikaze, fueron encarcelados y acusados de asesinato.
El jefe de la policía de Rawalpindi, Saud Aziz, y su adjunto, Khurram Shahzad, también fueron encarcelados e investigados por el asesinato, acusados de no haber garantizado la seguridad de la candidata y de haber ordenado limpiar el lugar del atentado con agua a presión menos de dos horas después de los hechos.
Bajo la dirección del viudo de Bhutto, Asif Ali Zardari, elegido presidente en 2008, su partido abrió diligencias contra Musharraf.
El general fue investigado en agosto de 2013 pero tres años después se mudó a Dubái, después de que se levantara la prohibición de que abandonara el país.
