El papa Francisco encomendó hoy a la Virgen María al "amado" papa emérito Benedicto XVI, su predecesor y fallecido ayer sábado a los 95 años, durante su homilía por la primera misa del año en la basílica de San Pedro.
"Hoy encomendamos a la Madre Santísima el amado papa emérito Benedicto XVI para que le acompañe en su paso desde este mundo hacia Dios", dijo el pontífice argentino en esta eucaristía, en su segunda reacción pública sobre el fallecimiento de Joseph Ratzinger.
Posteriormente, al comienzo del Ángelus, volvió a recordarle para agradecer sus años de servicio a la Iglesia, como sacerdote, cardenal y pontífice durante ocho años, hasta su histórica renuncia en 2013, la primera en seis siglos.
"El inicio de un nuevo año está encomendado a María Santísima, que hoy celebramos como Madre de Dios. En estas horas invocamos su intercesión en particular para el Papa emérito Benedicto XVI, que ayer por la mañana dejó este mundo", dijo desde la ventana del Palacio Apostólico, ante cientos de fieles que le escuchaban desde la plaza.
Y agregó: "Nos unimos todos juntos, con un único corazón y una única alma, al dar gracias a Dios por el don de este fiel servidor del Evangelio y de la Iglesia".
Francisco, quien fue elegido en 2013 tras la histórica renuncia de este al pontificado, ya expresó ayer sábado su gratitud por su servicio.
"Hablando de gentileza, en este momento, el pensamiento va espontáneamente al queridísimo papa emérito Benedicto XVI, que esta mañana nos ha dejado. Con conmoción, recordamos su personalidad tan noble, tan gentil", señaló entonces.
"Sentimos en el corazón mucha gratitud, gratitud a Dios por haberlo donado a la Iglesia y al mundo, y gratitud a él por todo el bien que cumplió y, sobre todo, por su testimonio de fe y de oración, especialmente en estos últimos años de vida retirada", dijo.
Porque, alegó, "solo Dios conoce el valor y la fuerza de su intercesión, de sus sacrificios ofrecidos por el bien de la Iglesia".
Benedicto XVI murió el sábado 31 de diciembre en horas de la mañana en el monasterio vaticano en el que residía retirado desde su renuncia al ministerio petrino.
Su capilla ardiente abrirá mañana lunes en la basílica vaticana y los fieles podrán despedirle hasta el jueves, cuando Francisco presidirá su funeral en la plaza de San Pedro antes de su inhumación en la cripta del templo.