Es urgente y esencial que se desarrolle una amplia y eficaz cooperación internacional en materia de inmigración, afirmó el papa Francisco en el discurso que pronunció durante su visita al jefe de Estado italiano, Sergio Mattarella.
El papa aprovechó este sábado la presencia de las autoridades italianas en el Salón de Honor del Palacio del Quirinal, sede de la República italiana, para agradecer al país "la acogida a los muchos refugiados que llegan a sus costas".
Francisco acudió al Palacio del Quirinal, sede de la República italiana, para mantener una reunión con el jefe de Estado italiano, Sergio Mattarela, en la que es su segunda visita oficial a Italia tras la que realizó en 2013 cuando el presidente era Giorgio Napolitano.
En el inicio de su discurso, el papa señaló que los riesgos y problemas que tanto Italia como Europa deben afrontar son el terrorismo, el fenómeno migratorio y el desempleo.
Vivimos en un momento en el que Italia y Europa en su conjunto son llamadas a afrontar diferentes problemas y riesgos, como el terrorismo internacional, que se alimentan en el fundamentalismo; el fenómeno de la migración por el aumento de la guerra y los graves desequilibrios sociales y económicos persistentes en muchas áreas del mundo, dijo el pontífice.
Francisco que saludó también en esta visita a decenas de niños llegados de las zonas donde se han producido los últimos terremotos en el país, también recordó a estas poblaciones.
Citó la dificultad de las jóvenes generaciones para tener un trabajo estable y digno, lo que contribuye a aumentar la desconfianza en el futuro y el nacimiento de nuevas familias y de hijos.
Recordó que en sus viajes por Italia ha podido comprobar el problema del desempleo y reiteró su llamamiento a generar y acompañar los procesos que dan lugar a nuevas oportunidades de trabajo digno.
Las dificultades a las que se enfrentan los jóvenes para la formación de una familia y poder tener hijos tienen un denominador común que es la oferta de trabajo, a veces precaria o mal remunerada, aseguró Bergoglio.
El trabajo estable y una política activamente a favor de la familia son los dos pilares que dan soporte al hogar común para afrontar el futuro con un espíritu no resignado, ni temeroso, sino creativo y con confianza, agregó.
Francisco llegó en su habitual Ford Focus, pero esta vez, a diferencia de su primera visita, estuvo escoltado por el Cuerpo de Corazzieri, la guardia de honor del Palacio del Quirinal.
El pontífice mantuvo también una reunión en privado con Mattarella, tuvo un momento de recogimiento en la capilla de la Anunciación, y después de los discursos saludó en los jardines del Quirinal a cerca de 200 niños llegados de las regiones afectadas por los últimos terremotos.