Los jubilados, pensionados y sobrevivientes de Pdvsa y Pequiven no se rinden en su lucha por tener una vejez digna. Es por eso que esta semana consignaron ante las oficinas en Caracas del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) un documento en el que expusieron las precarias condiciones bajo las cuales sobreviven.
“A diario se nos mueren hasta tres jubilados en las diferentes regiones del país por el hambre, debido al bajo ingreso mensual que no les alcanza para cubrir sus necesidades”, denunció José Castillo, gerente de la Asociación de Jubilados de la Industria Petrolera (AJIP) en Morón y Puerto Cabello.
Cansado de no ser escuchado por parte de las autoridades que están al frente de Pdvsa y Pequiven, Castillo viajó desde Carabobo hasta la ciudad capital para entregar la misiva en la sede del organismo internacional, en nombre de los más de 31 mil jubilados del sector petrolero y petroquímico.
“En reiteradas oportunidades hemos ido a diferentes instancias para ser escuchados y no hemos visto de parte del Estado y quienes administran nuestro fondo de jubilación voluntad para resolver la situación”, dijo el vocero de AJIP al salir de las oficinas del PNUD en Venezuela.
En Valencia, al menos una vez al mes desde hace casi tres años, un grupo de jubilados y sobrevivientes de la estatal petrolera y sus filiales se reúne en la venida Cedeño para exigir de forma pacífica el pago correspondiente a su fondo de pensiones, que de acuerdo a sus cálculos, debería ser al menos 650 dólares al mes.
Actualmente un jubilado de Pdvsa devenga alrededor de dos millones de bolívares mensualmente, lo que equivale a menos de un dólar y medio de acuerdo a la tasa de cambio de este viernes 29 de enero. Ese ingreso se les hace insuficiente para cubrir la cesta básica y los medicamentos que la mayoría necesita.
Además, Pdvsa les eliminó los programas de salud del servicio Sicoprosa (HCM), por lo que ya no pueden atenderse en instituciones de salud privadas.
