Ramón Romero está cansado, tiene más de 20 días con la misma rutina y lo que siente es indignación. Todos los días al levantarse abre el grifo de su vivienda en La Esmeralda de San Diego con la esperanza de que salga un poco de agua pero la escena es la misma: ni una gota.
Respira profundo. Se pone sus zapatos, agarra un botellón de agua vacío, lo coloca en lo que en algún momento funcionó como la base de una maleta y se traslada caminando hasta el llenadero en el Parque Tío Conejo, a un kilómetro de su residencia.
Luego de surtirse regresa a su casa y repite este proceso una, dos, tres y hasta 10 veces al día. “Camino como 20 kilómetros todos los días para recolectar agua para las necesidades más básicas”.
Pero este lunes, Ramón Romero, agotado de la situación, decidió unirse a la protesta de un grupo de vecinos frente a la embotelladora de La Esmeralda, donde denunciaron que desde hace más de 45 días, y en zonas altas dos meses, no reciben suministro regular de agua por tuberías.
La Esmeralda, Valle Verde, Monteserino, El Morro, La Esmeralda, Tulipán, Remanso y Campo Solo son algunos de los sectores más afectados.
Para Olga Castellanos, habitante de La Esmeralda, vivir la pandemia por COVID-19 sin una gota de agua es terrible y deprimente. Ella, al igual que Ramón, realiza alrededor de cuatro o cinco viajes caminando hasta el llenadero más cercano para surtirse.
Bañarse con medio tobo de agua, hervir unos litros para poder cocinar y recolectar el líquido que sale de los aires acondicionados o agua de lluvia son alternativas que ha utilizado para mantener la higiene y evitar contagios por COVID-19. “Nos están pidiendo lavarnos las manos, lavar la ropa pero ¿con qué agua?”.
Hidrocentro no responde
Castellanos indicó que han establecido mesas técnicas con la Hidrológica del Centro (Hidrocentro) y representantes de la Cámara Municipal para reparar de manera conjunta el sistema de bombeo en pozos de agua. Sin embargo, meses después, el problema persiste.
Explicó que la alcaldía se encargó de reparar el pozo 1, pero en la mesa técnica se acordó que el sistema de bombeo en el pozo 3 lo solventaría Hidrocentro en colaboración con los vecinos. “La comunidad pagó 300 dólares que no aparecen por ningún lado. La comunidad paga para resolver y no arreglan nada”.
Según informó el alcalde León Jurado, Hidrocentro no ha iniciado el protocolo de bombeo al municipio desde hace más de 45 días. Exigió a la Hidrológica explicarle a los ciudadanos el motivo de la falla en el servicio.
No hay calidad de vida
Francisco González es profesor. Para él la calidad de vida ha disminuido drásticamente. Tener que cargar botellones de agua a diario, soportar cortes eléctricos no programados, fallas en Internet y estar en medio de una pandemia es deprimente. “Eso es injusto. Yo quisiera que la mamá del gerente de Hidrocentro viviera en La Esmeralda”.
Mientras los vecinos con sus baldes en mano coreaban “queremos agua, queremos agua”, un funcionario de la Policía de Carabobo hablaba por el altoparlante: “Estamos en cuarentena social. Por favor se les agradece permanecer en sus casas”.
En el lugar estuvieron al menos 15 motos y tres patrullas de Policarabobo, además de funcionarios de la Policía de San Diego.
Los habitantes del sector clamaron a las autoridades de Hidrocentro así como al gobierno regional dar respuesta efectiva a la problemática que afecta a más de mil familias.
Lee también: “Sin agua y sin gasolina”: La realidad de las comunidades en el oriente de Carabobo