Hace poco allá en España
un paisano de estos lares
recibió una distinción
por demás invalorable

Me refiero al poeta,
ensayista y profesor,
a don Rafael Cadenas
hombre de temple y valor

A él, los reyes de España
en un acto distinguido.
Premio Miguel de Cervantes
le otorgaron complacidos

Pues resulta que el poeta
ha dedicado su vida
a ese mundo de las letras,
y ese esfuerzo hoy se anida

En los muchos corazones
que han seguido su trabajo,
y quedaron impregnados
porque todo, les atrajo

“Yo descendía de un pueblo
de grandes comedores de serpientes,
sensuales, vehementes,
silenciosos y aptos para enloquecer de amor”

Pero quién ese hombre
preguntaran sorprendidos.
Aquí un sublime bosquejo
para que estén entendidos

Nació en Barquisimeto
en mil novecientos treinta
justo un ocho de abril,
desde allí el verso lo tenta

Sus padres Toribio y Rosa,
con abrazos como abrigos,
impregnados de humildad,
buena costumbres y amigos

Ahí tuvo cuatro hermanos
José María, y Omar,
Gladys, y estaba Honorio,
con los que solía jugar

Estudiaría su primaria
escuela Simón Bolívar
y del Lisandro Alvarado
lo expulsan por comunista

Entonces viaja a Valencia
junto a Manuel Caballero,
y del liceo Pedro Gual.
Bachiller con gran esmero

Y a la edad de veinte años
se traslada a Caracas,
estudia en la UCV,
y ese mundo lo atrapa

Pues ahí con entusiasmo
se convierte en profesor,
mientras cultiva sus letras
y conquista un gran amor

Milena González Carvallo,
Se convierte en su señora
de allí nacen Paula y Sylvio
Son, familia encantadora

Luego llegó Ana Paula,
y más lueguito Andrea,
unas nietas amorosas
con las que siempre bromea

Algunos amigos comentan
que era un poeta precoz,
porque con dieciséis años,
su primer libro publicó

Y fue «Cantos Iniciales»
prologado genialmente,
por don Salvador Garmendia,
otro poeta influyente

«Si el poema no nace, pero es real tu vida,
eres su encarnación.
Habitas
en su sombra inconquistable.
Te acompaña
diamante incumplido»

Por su férreo compromiso
al partido comunista,
sufre cárcel y el exilio
por su talante activista

Tiempos de Pérez Jiménez,
dictadura sin piedad,
es por eso que Cadenas
se exilia allá en Trinidad

Seria en el cincuenta y dos
cuando deja la nación,
aprovecha, aprende inglés
trabaja en la traducción

Sobre la literatura
de poetas del momento,
que los lee sin cesar.
invierte muy bien su tiempo

«Vengo de un reino extraño,
vengo de una isla iluminada,
vengo de los ojos de una mujer.
Desciendo por el día pesadamente.
Música perdida me acompaña»

Luego en el cincuenta y siete
de regreso en la nación,
escribe intensamente,
pues se ha vuelto su pasión

«Los Cuadernos del Destierro»
sale en el cincuenta y ocho
dicen, su primer gran libro
letras tristes, y alborozo
Los POETAS no convencen
Tampoco vencen
Su papel es otro ajeno al poder: ser contraste

Mientras tanto va y da clases
ahí en la universidad,
literatura española
y lengua inglesa, también da

Hacia el cincuenta y nueve
funda el grupo literario
de nombre «Tabla Redonda»,
sin ánimo de arbolario

También en ese grupo estaban
otros muy buenos poetas,
que le dieron a la causa
su pasión, y muchas letras

Manuel Caballero, Jesús Sanoja Hernández, Jacobo Borges

Ese grupo se extinguió
al año sesenta y tres,
casi por común acuerdo
sin conflictos, ni traspiés

Casualmente en ese año
publicó un gran poema,
“Derrota” que es para muchos
de Cadenas, un emblema

Aquí un fragmento

«Yo que no he tenido nunca un oficio
que ante todo competidor me he sentido débil
que perdí los mejores títulos para la vida
que apenas llego a un sitio ya quiero irme (creyendo que mudarme es una solución)
que he sido negado anticipadamente y escarnecido por los más aptos
que me arrimo a las paredes para no caer del todo
que soy objeto de risa para mí mismo
que creí que mi padre era eterno
que he sido humillado por profesores de literatura
que un día pregunté en qué podía ayudar y la respuesta fue una risotada
que no podré nunca formar un hogar, ni ser brillante, ni triunfar en la vida
que he sido abandonado por muchas personas porque casi no hablo
que tengo vergüenza por actos que no he cometido
que poco me ha faltado para echar a correr por la calle
que he perdido un centro que nunca tuve»

Cadenas por muchos años
se dedicó a la docencia,
participa en recitales,
sigue escribiendo poemas

Y ya para los setenta
se entusiasma en escribir
sobre ensayos, y nos advierte
de la lengua y su vestir

Entre sus ensayos constan
Literatura y vida (1972), Realidad y literatura (1979), Apuntes sobre San Juan de la Cruz y la mística (1977), La barbarie civilizada (1981), Anotaciones (1983), Reflexiones sobre la ciudad moderna (1983), En torno al lenguaje (1984), Sobre la enseñanza de la literatura en la Educación media (1998).

Terminando los setenta
en su libro “Intemperie”
en «Ars poetica» dice
previniendo algún destierre

«No he de proferir adornada falsedad ni poner tinta dudosa ni añadir brillos a lo que es/ Esto me obliga a oírme. Pero estamos aquí para decir verdad./ Seamos reales/ Quiero exactitudes aterradoras./ Tiemblo cuando creo que me falsifico. Debo llevar en peso mis palabras. Me poseen tanto como yo a ellas».

A partir de los ochenta
llegan los reconocimientos,
pues su obra se destaca
como sol del firmamento

• Premio de Ensayo de CONAC, con Anotaciones (1984)
• Premio Nacional de Literatura, Mención Poesía por su obra total (1985)
• Premio Arturo de Asturias de las letras (1986)
• Premio San Juan de la Cruz (1992)
• Premio Internacional de Poesía «Juan Antonio Pérez Bonalde» con Gestiones (1992)
• Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances (2009)
• Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca (2015)
• Premio Andrés Bello de la Academia Venezolana de la Lengua (2015)
• Premio de Literatura FILCAR (2017)
• Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2018)

En el año ochenta y seis
también recibió una beca
de la Fundación Guggenheim,
se fortalecen sus letras

Allá en el noventa y dos
publicó un texto genial
«Aforismo dichos» que
resultó algo bestial

«Un pueblo sin conciencia de la lengua
termina repitiendo los slangs
de los embaucadores;
es decir, muere como pueblo»

En el año dos mil cinco
publicó «El Taller de al lado»
traducciones que había hecho,
y ahí quedan recopilados

(Whitman, Segalen, Graves, Robert Creely,
Lawrence, Pessoa, Nijinsky, Staff, T
adeusz Rozewicz, textos Zen, etc.)

Ha sido una vida intensa,
escribiendo, reescribiendo,
disertando, orientando,
investigando, descubriendo

Sus amigos lo recuerdan
sentado en la Plaza Lara,
o en el templo San Francisco,
sin que nada lo abrumara

O caminando con fe
en la Divina Pastora
o allá, en un tamunangue
al despuntar de la aurora

Otros lo ven en Caracas
y solo con su presencia,
ya produce admiración
intelectual de fe, y conciencia

Su obra ha sido traducida
al italiano y al inglés
y ha traspasado barreras
que hay libros hasta en francés

Entre sus libros de poesía destacan Cantos Iniciales (1946)
Una isla (1958), Los cuadernos del destierro (1960), Derrota (1963), Falsas maniobras (1966), Intemperie (1977), Memorial (1977), Amante (1983),
Gestiones (1992), Premio Internacional Juan Antonio Pérez Bonalde.
Dichos (1992)

Durante los últimos años su obra ha adquirido especial atención en España, con la publicación de sus últimos libros
Sobre abierto (2012) y En torno a Basho y otros asuntos (2016), Contestaciones (2018)

Durante todo ese tiempo
ha sentido interés,
por conocer otras culturas
compromiso y altivez

De filosofía, del estudio de la psique, sobre el Zen o budismo, el taoísmo, el hinduismo y algunos místicos occidentales.

En política, le angustia
el vulgar nacionalismo,
las dictaduras, que oprimen,
todo signo de humanismo

“Solo en un sitio
puede ser derrotada una sociedad:
en el pecho de cada hombre”.

El doctor Honoris Causa
le dio la ULA, y UCV,
igualmente en la UCLA,
y también ahí en UC

Orden “Juan Jacinto Lara”
le dio el gobierno de Lara,
y con la Orden UCAB
el poeta festejaba

Y estoy seguro que Cadenas,
al recibir su Cervantes,
se fue a ese Barquisimeto
de sus momentos brillantes

Cuando en la Plaza Altagracia
aprendía de Salvador,
ese Garmendia, su amigo,
que quizás, fue su mentor

Y de ahí saltó tal vez
a la UCV, eterna casa
cuando en su Escuela de Letras
diera clases, mucha gracia

Recordó seguramente
su Milena, compañera
que siempre estuvo a su lado,
y su principal poema

Le dolió estoy seguro
profundamente su tierra
y se volvió a preguntar
¿Venezuela dónde queda?

Seguramente el poeta
se llegó a muchos lugares,
se preguntó, se respondió,
caminó por mil ciudades

y al final como el Quijote
con espada y armadura,
desde el noble Rocinante ,
recitó, esta hermosura

‘La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a un hombre’”.

Adelante poeta
El Nobel… lo está esperando

Na´Guara!!!

Don Pío Lara




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