Cientos de personas, en su mayoría trabajadores de la salud, protestaron este martes en la capital de Nicaragua contra el despido de médicos y enfermeras de hospitales públicos, por atender a heridos en manifestaciones contra el gobierno de Daniel Ortega.
«No somos terroristas, somos especialistas», coreaba la multitud que recorrió un kilómetro de una amplia avenida en el sureste de Managua, gritando consignas contra Ortega y en defensa de los estudiantes que iniciaron las protestas en abril.
Al menos 300 personas han muerto en la represión de las protestas, según organizaciones de derechos humanos, aunque Ortega aseguró que son 195 víctimas fatales, en entrevistas con las cadenas internacionales CNN y Euronews.
Entre los trabajadores con gabachas blancas había jóvenes encapuchados cargando morteros, las armas de fabricación casera usadas en las manifestaciones para defenderse de las fuerzas gubernamentales.
«Estamos protestando por los despidos injustificados de colegas por atender a víctimas de la represión», dijo a AFP Jaime Espinoza, especialista en sistemas de salud.
Cerca de un centenar de médicos, enfermeras y auxiliares fueron despedidos de hospitales públicos de ciudades como León y Jinotega, luego de que brindaran asistencia a manifestantes heridos.
«Son médicos especialistas y generalistas que están cesantes por hacer su trabajo», agregó Espinoza.
Atrás de él, una manifestante mostró un cartel con la leyenda: «Para un doctor, un paciente es un paciente. Aquí no hay buenos ni malos».
Una enfermera con el rostro cubierto por una máscara hospitalar reclamó que los despidos reflejan el carácter del gobierno del presidente Ortega.
«Nos cansamos de este gobierno asesino y mentiroso, que prefiere dejar morir a su pueblo que darle atención en un hospital», comentó la enfermera, quien se identificó como Ester.
La manifestación transcurrió pacíficamente y sin incidentes, y recibió apoyo de los conductores que pasaban en vehículos y sonaban sus bocinas.
