En su casa, de madrugada y durmiendo al lado de su madre encontró la muerte un niño de nueve años. Una bala perdida cayó sobre su cabeza y lo mató.
Santiago Medina vivía en las invasiones de Alí Primera del municipio Los Guayos. La madrugada de este sábado unas bandas se enfrentaron a tiros durante cierto tiempo. Uno de los pistoleros disparó el proyectil que cayó sobre el techo del rancho donde dormía el menor con su madre.
Según se conoció, la mujer escuchó los tiros al igual que los demás vecinos, pero prefirió no salir a ver lo que ocurría por temor a que le hicieran algo. Permaneció en la cama, pero no se dio cuenta en qué momento el niño recibió el balazo. Solo se fue a voltear y sintió la humedad en la cabeza del infante. Prendió la luz y vio la sangre, por lo que pidió ayuda a sus vecinos, pero ya no se podía hacer nada, Santiago había muerto.
El hecho ocurrió en el callejón Santa Rosa, donde este sábado se concentraron varias personas a darle el pésame a la madre del niño. Santiago Medina era el menor de dos hermanos, estudiaba tercer grado en la escuela Batalla de Ayacucho de Los Guayos.
CERCA DE UNA SUBESTACIÓN
Al Departamento de Patología Forense de la Cuidad Hospitalaria Doctor Enrique Tejera (CHET) fue llevado el cuerpo de un hombre, aún por identificar, proveniente de las inmediaciones de la subestación eléctrica Castillito de San Diego.
Según trascendió en fuentes policiales, una comisión de efectivos de la 41 Brigada Blindada realizaba patrullajes cerca de la subestación y de repente observaron a un sujeto llevando consigo materiales con los que posiblemente podía causar interrupciones eléctricas.
Le dieron la voz de alto, pero el hombre respondió con disparos. Así se produjo un presunto enfrentamiento donde resultó herido y luego murió al ser trasladado a un centro de salud cercano.
En el sitio fue recuperada un arma de fuego, una piqueta y una segueta.
