Valencia
Vecinos del sur de Valencia viven entre cloacas (Foto: Dayrí Blanco)

Para María Aguilar nada ha cambiado en Valencia. Ella camina por las mismas calles llenas de huecos, tiene más de dos años sin usar su baño porque las aguas negras se desbordan por el inodoro, madruga dos veces a la semana para llenar tobos de agua y nadie responde ante tantas precariedades.

Ella vive en Trapichito, al sur de la ciudad que hoy conmemora 467 años. Desde ahí no ve luces LED, plan de asfaltado, ni cuadrillas de reparación de cloacas.

Su dinámica diaria se limita a esa comunidad y sus sectores cercanos. “Lo más lejos que llego es al periférico de La Candelaria a comprar comida una vez a la semana”. Es un recorrido que hace con su esposo usualmente los sábados, y en el que se ha percatado que la avenida Aranzazu sí recibió rehabilitación, “pero todas las calles internas de esa zona están igual que siempre, llenas de hueco”.

Lo que ella y sus vecinos en Trapichito viven se replica en varias comunidades como La Bocaina, Fundación Mendoza, El Palotal, Simón Bolívar, Ricardo Urriera, José Gregorio Hernández, Santa Eduviges, La Castrera, Ruiz Pineda y Barrio Venezuela.

Del otro lado de la ciudad, al norte, todo es distinto. El asfalto luce oscuro, nuevo, con marcaje vial recién pintado, señalizaciones y hasta redomas que mejoran la circulación y embellecen los espacios.

Son obras que los habitantes de esas zonas agradecen, pero que evidencian la desigualdad que existe en Valencia. Marcos Pinto vive en Ricardo Urriera y hace labores de mantenimiento a ascensores en edificios ubicados en diferentes sectores de la parroquia San José, como El Trigal, La Trigaleña, Prebo, El Parral y Valles de Camoruco.

Él conoce muy bien los contrastes de la ciudad. “Para salir de donde vivo paso por una cantidad de huecos en la vía impresionantes, el tren delantero de la camioneta lo tengo dañado ya. Pero al agarrar la vía principal y la autopista todo cambia, y ni hablar de estas urbanizaciones que sí tienen sus calles bien bonitas”.

Pocas veces está al norte de Valencia durante la noche. Recientemente terminó tarde un trabajo y se sorprendió con la iluminación LED que lo acompañó hasta la avenida principal de Plaza de Toros. “Hasta hay semáforos que funcionan, eso me impresionó”.

Su petición a las autoridades es sencilla: “que le den la misma atención al sur que le dan al norte, aquí padecemos de muchas precariedades”, dijo apurado mientras salía de su casa empujando una carretilla con tobos que iba a llenar en una toma improvisada de agua.

El sur en el olvido

El alcalde de Valencia, Julio Fuenmayor, aseguró que son 22 cuadrillas de mantenimiento y reparación de tuberías de cloacas las que están desplegadas entre las nueve parroquias del municipio. Nueve en Rafael Urdaneta, nueve en Miguel Peña, dos en Santa Rosa, una en el centro y una en San José.

Es un servicio que él tiene como segunda prioridad en su gestión de gobierno para el bienestar de la ciudadanía, después de la recolección de desechos sólidos.

Pero en La Castrera, donde vive Margoth Sánchez, esas cuadrillas de aguas servidas no han pasado. “Aquí seguimos todas las tunerías colapsadas, la única manera que resuelvan esto es haciendo el cambio del tubo matriz de todas las comunidades.

La dirigente vecinal Jeaneth Nieves aseguró que durante el último mes ha mermado el desbordamiento de las cloacas por las calles de la parroquia Miguel Peña. «No están mandando agua por tubería que es lo que hace que todo se mezcle y corra por las calles, pero es mentira que es un problema resuelto”.

El problema de las aguas negras persiste en comunidades del sur de Valencia (Foto: Dayrí Blanco)

Insistió en que solo en las madrugadas de los martes y los viernes se surte agua en esas comunidades, “tenemos que amanecer para llenar los tobos y tanques… pero ya ni eso están poniendo con la excusa de que están perforando pozos profundos”.

En La Ritec, los vecinos tuvieron que ponerse de acuerdo para pagar entre ellos la reparación del colapso de las tuberías, mientras que en El Impacto se sienten totalmente abandonados. “Aquí nada funciona, tenemos las bocas de visita abiertas porque se han robado las tapas y eso es un gran peligro para quienes pasan caminando o en carro”, relató Ángel Moreno.

Sin embargo, Fuenmayor dijo que la mayoría del presupuesto está destinado al sur de Valencia. «De cada 10 vecinos, nueve viven en esa zona, por eso les damos atención integral con el Plan Búho en materia de aguas servidas, recuperación mantenimiento y perforación de nuevos pozos de agua, vialidad, iluminación LED, gasificación y semaforización con lentes de alcance de ocho kilómetros».

El norte con trabajos fraccionados

Desde mediados del año pasado se intensificaron las labores de rehabilitación de calles y avenidas en el norte de Valencia.

Una de sus avenidas más importantes, como lo es la Bolívar, ha recibido mantenimiento de manera fraccionada. La primera etapa fue “inaugurada” por la gobernación justo antes de las elecciones del 21 de noviembre, pero menos de un mes después se tuvo que retirar parte de la capa asfáltica por las deficiencias y fallas que presentó.

En esa oportunidad se trató de 760 metros de rehabilitación con 800 toneladas de asfalto, 800 metros lineales de brocales, 707 m2 de concreto estampado, dos mil 200 metros de pintura de brocal y la demarcación longitudinal de la vialidad en cuatro mil 680 metros lineales en ambos sentidos de la vía.

Valencia
Avenida Bolívar de Valencia en su primera etapa de rehabilitación (Foto: Dayrí Blanco)

La segunda fase de estos trabajos fue anunciada a finales de enero de 2022 con la que se cambiaron tímidos focos de lámparas instaladas por algunos comercios sobrevivientes en el lugar que contrastaban con la iluminación LED que estaba desde la Redoma de Guaparo hasta el estadio Misael Delgado. Pero aún falta mucho por hacer hasta llegar a la avenida Cedeño.

Los valencianos aspiran tener no solo la avenida Bolívar norte iluminada, con asfalto nuevo, señalizaciones adecuadas y seguridad, sino todas sus vías y que los servicios funcionen de manera óptima tanto en el sur, como en el norte, sin fronteras que evidencien el gran contraste que existe en la ciudad.




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.