EFE
El
secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis
Almagro, estudia dar un paso al frente e invocar la Carta Democrática para
forzar a que los 34 países miembros del organismo tengan que abordar la
situación de Venezuela, un espinoso tema que han evitado durante años.
Una delegación de la oposición venezolana le entregó este jueves documentación
sobre la crisis política, social e institucional que vive actualmente
una Venezuela sin división de poderes, con 115 presos políticos y en
escasez de alimentos y medicinas.
Almagro les pidió información adicional y analizará en los próximos días si
hace lo único que está en su mano como secretario general para forzar el debate
venezolano en la OEA: invocar el artículo 20 de la Carta Democrática
Interamericana.
En caso de que en un Estado miembro se produzca «una alteración del orden
constitucional que afecte gravemente su orden democrático», indica el
artículo, «cualquier Estado Miembro o el secretario general podrá
solicitar la convocatoria inmediata del Consejo Permanente para realizar una
apreciación colectiva de la situación y adoptar las decisiones que estime
conveniente».
Que Almagro decida dar este paso es la única esperanza de la oposición para que
sus denuncias se aborden en la OEA, porque solo los Estados miembros pueden
pedir un Consejo sin recurrir a la Carta Democrática y en estos momentos
ninguno parece dispuesto a enfrentarse de esa manera al Gobierno venezolano,
según todas las fuentes diplomáticas consultadas por Efe.
Un elemento clave a la hora de decidir dar o no el paso de invocar la Carta
Democrática es saber si hay apoyos suficientes entre los Estados miembros para
que la OEA aborde, por primera vez, la situación de Venezuela.
Los equilibrios políticos, que son los que decantan las votaciones en un
Consejo Permanente donde cada uno de los 34 embajadores tiene un voto, están
cambiando en el continente y Venezuela ya no tiene la hegemonía de la
que disfrutó durante años.