Luis Alejandro Borrero | @LABC7
En el autobús caben 62 estudiantes en condiciones normales. Pero la normalidad no es la regla en la Universidad de Carabobo (UC). El cerco presupuestario que mantiene el Gobierno y la inflación hace imposible que las rutas estudiantiles funcionen a máxima capacidad. Onaldo Sifontes, director de transporte, asegura que se han montado hasta hasta 150 personas en un solo viaje por el déficit de unidades.
Deberían funcionar 82 autobuses para las rutas de la UC. Pero Sifontes reconoce que apenas 25 están operativas. El déficit es de casi 73% para una casa de estudios con 13 mil estudiantes y en la que su mayoría utiliza el beneficio porque no tiene carro. La UC está de momento excluida de los planes del Ejecutivo por cambiar la realidad.
El viernes de la semana pasada el Ministerio de Educación Superior anunció la dotación de cauchos para los servicios de transporte de siete universidades. La UC no estuvo incluida. “Me estoy enterando de la dotación por tu llamada”, reconoció Sifontes al ser consultado sobre si la principal universidad del estado había recibido algo. El boletín expresa que paulatinamente las demás casas de estudio serán incluidas.
Urgencia es el concepto perfecto para el transporte en la UC. La última vez que se recibió un beneficio gubernamental fue hace dos meses. Se le permitió a la institución comprar 92 cauchos a precios regulados a través de la proveeduría regional de transporte. No fue donación, sino venta privilegiada. Pero no fue suficiente: la universidad necesitaba 340 cauchos, así que el déficit se subsanó en apenas 30%
Pero es también un tema de durabilidad. En condiciones normales un caucho dura entre cinco y seis meses. Cada autobús hace un promedio diario de nueve o 10 vueltas. Con la sobrecarga de estudiantes también se reduce la vida útil de las piezas: a los tres o cuatro meses ya se hace necesario cambiarlas, lo que significan que dura la mitad del tiempo aproximadamente.
No hay fecha de cuándo la UC podría recibir los insumos prometidos por el ministerio. Sifontes espera que sea pronto. La seguridad de los estudiantes está en riesgo. No tener rutas significa exponerse a caminar fuera del campus y exponerse a las líneas convencionales de unidades de transporte, mucho más propensas de robos.
