Marielis Arteaga / Fotos: Fernando Aguirre
Luis José Castro, Patricia Garzón de Castro y Mayela Toro se aliaron para crear piezas que hablan de los íconos venezolanos que perdurarán en el tiempo
Parte de la identidad nacional venezolana se ha ido conformando entre tanto, con esos productos insignes que se ganaron con los años, la confianza y la aceptación absoluta de los venezolanos. Muchas marcas traspasaron los límites de lo comercial y se ganaron las mentes y corazones del país entero pero ese cariño incondicional no fue de gratis, detrás de eso había mucha calidad y altos estándares. El respeto fue ganado a pulso.
¿Entre esos productos que siempre estarán en el imaginario colectivo? Harina PAN, Leche La Campiña, Cocosete, Pirulín o Crí Crí No son marcas solamente, se convirtieron en símbolos de una Venezuela próspera, abierta y variada. Ni hablar de símbolos arraigados a esta tierra como la arepa, el pabellón criollo, el araguaney o una perinola.
Apelando a esos íconos entrañables nació Kriño Venezuela, el emprendimiento de Luis José Castro, su mamá Patricia Garzón de Castro y Mayela Toro.
Luis es diseñador gráfico y su mamá tiene maestría frente a la máquina de coser. Decidieron aliarse y comenzaron a confeccionar cojines con motivos románticos para el Día del Amor y la Amistad pero con el tiempo, la falta del material necesario para la elaboración les hizo detenerse brevemente pero desde noviembre de 2015 se unieron a otra diseñadora gráfica, Mayela Toro y están revolviendo el orgullo nacional con su línea de productos bellos, perfectamente confeccionados y repletos de color.
Desde ese tiempo se han presentando en bazares en los que tienen una aceptación rotunda porque mueven las emociones y los recuerdos pero su principal espacio para darse a conocer en a través de su cuenta @krinovzla.
Desde esa vitrina virtual y masiva logran mostrar sus propuestas: mini cartucheras; mini sobres o viajeras porque permite llevar documentos; bandoleras (carteritas con asa larga para cruzar); popochitas que se pueden usar como portacosmeticos o cartucheras y el maxi sobre con forro interno de tela impermeable para que sea un aliado perfecto en la playa.
Este equipo de entregados trabaja con la técnica de sublimación sobre tela y se esmeran en la nitidez de las imágenes, en lo rutilante de los colores, en la calidad de las telas empleadas, en que los tamaños sean los ideales para las necesidades y que cada producto perdure en el tiempo.
Los motivos usados en Kriño Venezuela son muchos pero ninguno deja indiferente. Los chocolates de toda la vida, la chica indispensable, el pepito típico de la salida del colegio, los antiguos billetes que hoy son reliquias hasta guacamayas, una hallaca, el joropo, un casette con la música de Simón Díaz o una de las obras más emblemáticas del maestro Carlos Cruz Díez.
El equipo es respetuoso de las marcas por eso sus creaciones tienen leves giros en los nombres, por ejemplo Cocoseco, Súper Pupy, Susi, Er Chichero, La Lampiña o Pana de América.
Es tal el éxito que estos tres emprendedores han tenido que ya distribuyen sus productos en tiendas de Valencia, Maracay y próximamente estarán en Caracas. El sentido de pertenencia también ha traspasado las fronteras con venezolanos que se llevan con ellos, esas creaciones que recuerdan muchas cosas buenas.
¿Cuáles son los planes? Seguir creciendo con la incorporación de nuevos productos que instan a querer lo bueno que tenemos y aún conservamos.
