Dayrí Blanco|@DayriBlanco07
Las expectativas eran positivas. Que un empresario ligado a la actividad industrial privada, gremialista, y sin el radicalismo político marcado en su discurso pudiera ser designado ministro en la gestión del Gobierno actual no era ni de imaginar. Pero Miguel Pérez Abad lo logró. Dejó a un lado sus responsabilidades como presidente de Fedeindustria y el 15 de febrero asumió las riendas de la cartera de Industria y Comercio. Lo que no alcanzó a cumplir fueron sus objetivos trazados. En 169 días fue separado del cargo y dejó un sector productivo aún más deprimido y una devaluación de 224%.
La intención de Pérez Abad era clara: acercar el Gobierno a las empresas. “Tenía una visión progresista, de reimpulso de la manufactura, sabía cómo hacerlo, lo planteó, no fue escuchado y eso le costó el cargo”, aseguró el primer vicepresidente de Fedecámaras Carabobo, Carlos Luis González.
Varios anuncios había hecho el hoy exministro que chocaban directamente con la doctrina del socialismo. Una homogeneización de paridad cambiaria, mayor apertura ideológica entre los empresarios del país, el desmontaje de los controles y la devolución de las compañías expropiadas a sus dueños originales fueron parte de sus planteamientos.
Pero desde el Ejecutivo se prefirió destituirlo. “Hacer caso a todo lo que promovía era demostrar que la política económica instaurada es un total fracaso. Por eso nombraron a Carlos Faría, quien es frontal con la doctrina oficial y si no se logró nada con el empresario las expectativas ahora son menores”.
Pérez Abad tomó las riendas del ministerio con una tasa Simadi que cotizaba en 199 bolívares por dólar. Al entregarle el cargo a su sucesor el sistema de divisas complementario (Dicom) se ubicaba en 645, lo que implica una devaluación de 224%.
A través de su cuenta en twitter @MiguelPerezAbad expresó este miércoles su agradecimiento al presidente Nicolás Maduro por haberlo designado en el cargo y aseguró que durante su gestión se impulsaron los 15 motores previstos en la agenda económica bolivariana, e insistió que el país existe la capacidad instalada para avanzar en la producción nacional.
