Felícita Blanco

Los familiares del oficial agregado de la PNB, Eduar Javier Arismendi Pérez (27) asesinado la noche del miércoles en la esquina de Solís, detrás del Palacio de Miraflores, vinieron a Caracas para trasladar los restos al estado Barinas.

El padre, José Abel Arismendi, la tía Magaly Arismendi, la esposa y un hermano, hacían los trámites en la morgue.  

El joven policía tenía 5 años en la PNB, vivía en Turén, Barquisimeto, con su esposa y su hijo de año y medio, y viajaba cada 15 o 22 días, porque se redoblaba para pedir varios días de permiso. Dormía en su comando en Puente Hierro.

Era de Ciudad Bolivia, Pedraza, estado Barinas, donde residen sus padres, se graduó de licenciado en contaduría en la Unellez, pero no consiguió trabajo y decidió ingresar a la policía, otra profesión que le “apasionaba”.

A las 2:00 de la madrugada del jueves llamaron a la familia, pero fue a las 6:00 am cuando vieron el mensaje que decía “mataron a Eduar”.

«Desde ese momento hemos estado luchando para llevarnos el cuerpo. Dios me ha dado la fortaleza, pero estamos destrozados. Le pido a Dios que este gobierno cambie, porque están matando a los jóvenes, a los policías, ya no creo en nadie. A mi hijo lo mataron trabajando», indicó.

A los familiares les dijeron que Eduar fue asesinado “en un enfrentamiento con unos antisociales por Miraflores, cuando mandó a parar un automóvil y le dispararon”.

Sin embargo la versión de que le disparó –tal vez por confusión- un efectivo militar del Palacio de Miraflores, también les ha llegado y les perturba que no les hayan dicho la verdad. La manejan sus compañeros en voz baja y ningún jefe policial ha dado información.

«No he indagado mucho porque hemos estado muy angustiados haciendo los trámites. Anoche salimos del Cicpc a las 12:00 de la noche», agregó.

Durante la autopsia a Eduar le extrajeron el proyectil (reconstruido) de fusil AR15, que le impactó en la frente y le quedó alojado en el cráneo. Le había causado un gran orificio de entrada y le provocó pérdida de masa encefálica. En la familia hay otros funcionarios policiales y manejan la versión.




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