Con lágrimas en los ojos Paosolino Moreno, de 76 años de edad, relató cómo perdió su casa. Con mucha tristeza cuento como me he quedado sin hogar, tengo 26 años viviendo aquí, soy pensionado y pido ayuda del gobierno, las alcaldías, y todo el que pueda ayudarnos a mí y el resto de familias que se encuentran en riesgo.
Las paredes de la casa de Moreno comenzaron a agrietarse, cada día las aberturas eran peores, hasta que el pasado mes tuvo que desalojar su vivienda por el riesgo que representaba. Las lluvias del fin de semana terminaron de destruir su hogar ya que el terreno cedió y está a punto de caer.
Vivía con su esposa Florinda Gutiérrez de Moreno. Tenían dos casas en el mismo sector y ambas las perdieron. La segunda vivienda se desplomó producto de las lluvias del pasado sábado 26 de noviembre. Actualmente vecinos les brindan hospedaje porque no cuentan con ningún apoyo familiar. “Este es un pueblito bastante olvidado, nadie viene a investigar el peligro y la situación de las viviendas” comentó.
Otra familia desalojada
Yeneisy Mendoza junto con su padre y madre construyeron un local en Las Belén que llevaba funcionando siete años, comenzaron con un carrito de perros calientes. Con mucho trabajo y esfuerzo levantaron la estructura. Ahora las autoridades de Protección Civil les pidieron que lo desalojaran.
Yeneisy comentó que el local era el único sustento de su familia. Su padre murió hace dos años y su mamá sufrió una factura que la dejo incapacitada para seguir trabajando, “no sé qué haremos ahora, como comeremos mi madre y yo, por favor ayúdennos” reiteró la joven.
Thomas Dangel, concejal de Naguanagua precisó que en el estado Carabobo no solo se encuentra afectado Puerto Cabello y Canoabo, la comunidad de Trincheras lleva más de un mes con estas dificultades. “Naguanagua es el municipio que durante todo el año se muestra más afectado por las lluvias” declaró el edil.
Son más de 1.300 las familias que están en riesgo de quedar incomunicadas, ya que la única vía de acceso a Las Belén y el resto de sectores que quedan en la zona está prácticamente intransitable. El poste de electricidad está a punto de caer lo que dejará sin energía al total de la comunidad.
El concejal comentó que en Trincheras los movimientos de tierra, las altas lluvias, vialidades congestionadas y ríos que acaban con las casas, no es nuevo, y ya se ha denunciado anteriormente. “No se trata de un color político, se trata de familias y vecinos que necesitan ayudan” expresó Dangel.
Ramón Guevara, perteneciente al consejo comunal de Las Belén comentó que a parte de la situación en la vialidad y las casas, también tienen problemas con el alumbrado, “la vía de Trincheras está en tinieblas, los habitantes y turistas están expuestos a continuos robos, le digo al gobernador Francisco Ameliach que no solo se debe alumbrar la autopista, debe alumbrar a Trincheras” reiteró.
Guevara explicó que la comunidad es productora de cacao, café, cambures y verduras, además de zonas que sirven para explotar el turismo.
Miedo e incertidumbre en las noches lluviosas
Mario Cruz, vecino del sector comentó que los Bomberos de la Universidad de Carabobo y los Bomberos de Naguanagua se han dirigido a la zona a desalojar a las familias que se encuentran en condiciones de riesgo, pero necesitamos ingenieros que analicen las tierras y un gobierno que nos ayude.
El vecino expresó que cada vez que llueve no duermen tranquilos nos preocupa que ocurra una catástrofe.
Los niños y habitantes se encuentran en constante peligro. En parte porque en cualquier momento la la vía terminará de ceder o las paredes de al menos las siete casas derrumbadas que se encuentran alrededor caigan sobre alguna persona.
Brote epidémico
El concejal Ramón Gutiérrez denunció que en la comunidad está surgiendo un brote epidemiológico llamado leishmaniasis que afecta la piel y es contagiado por la picadura de un insecto infectado. “Ya son 30 familias con la enfermedad, fuimos al ambulatorio de Trincheras para que nos dieran un informe y pedir los medicamentos necesarios y no nos los dieron” declaró Gutiérrez.
