José Merchán es habitante de Brisas de Carabobo en Naguanagua. Él acude diariamente de 10 a 15 veces a Fundación Carabobo a llenar los botellones vacíos de sus vecinos. Por cada viaje, en el que carga alrededor de 13 envases, cobra 1$.
A José lo acompaña su hijo, quien maneja una carrucha. José se desplaza en un triciclo construido por él mismo. Ambos tardan unos 10 minutos en arribar al pozo de agua, si hay muchas personas llenando sus pipotes, pueden estar hasta hora y media a la espera del llenado de los 13 botellones. Luego se devuelven a terminar el mandado.
Sus servicios pueden incluso ocupar otras comunidades como Los Mangos.
Desde hace dos años busca el agua como un mecanismo para mantenerse. «Esto es para medio comer, sobrevivir».
Además, convirtió su casa en una venta de agua por botellones para tener de reserva ante cualquier pedido de algún vecino.
El agua por tuberías con regularidad es un anhelo de los carabobeños. Varias comunidades de Naguanagua, según sus habitantes, solo reciben el servicio dos veces a la semana y por algunas horas.
El pasado 22 de abril la alcaldía de Naguanagua informó a través de una nota de prensa que el partido Alianza para el Cambio organizó un operativo especial de distribución de agua potable en la comunidad Brisas de Carabobo I y II, que benefició a más de 70 familias de ambos sectores. Esto confirmó la falta del servicio en esta comunidad ubicada cerca del Anfiteatro de Bárbula.
En esa oportunidad, Carol Citerio, secretaria municipal de Alianza para el Cambio aliada del Gran Polo Patriótico, explicó que hasta la zona fueron trasladadas tres cisternas para distribuir unos 24 mil litros del vital líquido.