Este miércoles, 20 cuerpos que llevaban más de dos meses en la morgue de Valencia fueron colocados en fosas comunes, se conoció de manera extraoficial.
En su mayoría se trató de muertes violentas, bien sean homicidios, accidentes de tránsito y en algunas oportunidades muertes naturales. Todos tienen en común que durante el paso de las semanas nadie vino a reclamarlos.
Muchas veces los familiares desconocen que sus parientes murieron o que llevan semanas en el departamento de patología forense, en donde las condiciones no son las más óptimas, según denuncias que hacen familiares diariamente, debido a los malos olores que provienen de la edificación.
Pobres de solemnidad es el nombre que reciben estos individuos. Según los protocolos, los cuerpos deben permanecer alrededor de dos o tres meses hasta que un equipo del Servicio Nacional de Medicatura Forense (Senamecf) saca los cadáveres que para ese momento ya han pasado el período de descomposición y sólo son unos restos humanos que esperan para ser trasladados hasta el Cementerio Municipal, en donde abren una fosa común y los arrojan en bolsas negras.
La fuente, que prefirió mantener su nombre oculto, afirmó que aún quedan otros 20 restos a la espera de ser llevados hasta la zona delimitada para el entierro.