Una parada de la Brigada de Bomberitos de Valencia. (Foto cortesía).

38 años ya han transcurrido de la lamentable tragedia vial donde perdieron la vida nueve personas, entre ellas seis miembros de la Brigada de Bomberitos de Valencia, y de su comandante, el coronel coronel Luis Felipe Ruiz, segundo comandante del Cuerpo de Bomberos de Valencia, quien gozaba de alta estima en la institución.

La tragedia de los bomberitos, como popularmente se le conoce, ocurrió el 18 de marzo de 1984, en el municipio Carlos Arvelo.

Víctor López, presidente del Cuerpo de Bomberos de Valencia, informó que la sede contará con 16 funcionarios activos los 365 días del año, y atenderá el llamado de emergencia de todos los habitantes de la parroquia Miguel Peña y parte de Santa Rosa.
El comando del Cuerpo de Bomberos de Valencia, lleva el nombre del coronel Luis Felipe Ruiz en su honor. / Foto: Archivo

En la población Los Naranjos, de la parroquia Negro Primero, se celebraban las fiestas anuales en honor a San José. Los bomberitos fueron invitados para amenizar la festividad, y ellos estaban contentos porque una vez más iban a recibir el aplauso del público. Y es que era un privilegio pertenecer a esa institución.

Ese día fueron citados a las 6:00 am, en el cuartel central, ubicado en el cruce de las avenidas Lara con Branger. De allí partieron junto con el coronel Ruiz y sus instrumentos, en un autobús de la línea Unión Michelena, que habían contratado.

Después de pasar el Central Tacarigua, Noguera, Boquerón, y El Diamante, la unidad pasaba por la curva El Cristo, en Buena Vista. El muñón de la rueda delantera se salió y el conductor no pudo evitar que el autobús cayera por el precipicio.

El accidente vial provocó la muerte de nueve personas, y fue tan llamativo el hecho que el presidente de entonces, Jaime Lusinchi, decretó tres días de duelo nacional.

Unidades de cuerpos de bomberos y de rescate se hicieron presenten en el sitio, así como personas de las comunidades cercanas, y lograron sacar con vida a la mayoría de los ocupantes del autobús. Sin embargo el precipicio es tan pronunciado que nunca se pudo sacar de allí la unidad de transporte, por lo que continúa en el sitio.

Ludyt Ramírez, sobreviviente de la tragedia. (Foto cortesía).

SOBREVIVIENTE

La mayoría de los bomberitos que fueron sacados del lugar, tenían lesiones corporales. Una de ellas fue la adolescente Ludyt Ramírez, de 15 años, quien se fracturó la columna y tuvo lesión medular total, que le dejó desde entonces en silla de ruedas.

En un escrito que sobre el hecho hizo recientemente, Ramírez relata que “Cuando aquella médica nos informó que ya no volvería a caminar, un nudo espantoso se me hizo en la garganta.  Mi madre a mi lado no daba crédito a lo que escuchaba.  Fueron meses duros.

Las personas me visitaban en aquel hospital de Caracas a donde fui trasladada porque en mi estado en 1984 no existían Centros de Rehabilitación; era Caracas o te quedabas sin terapias.  Muchas de esas personas le expresaban a mi madre palabras de condolencia pues, prácticamente, en su mente yo ya no disfrutaría de los placeres de la vida (para ellos yo era una «invalida»)”.

Más adelante señala que gracias al impulso de su madre que le llevaba libros al hospital, decidió buscar cupo en la Universidad de Carabobo y años después egresó como licenciada en educación.

Ramírez fue defensora delegada de Carabobo, desde 2011 al 2013, También ocupó cargos en el Consejo para las Personas con Discapacidad, y fue constituyente en representación de ese sector.

Está casada, tiene dos hijas, un nieto y otro que está por nacer.

Como dato curioso, ella cuenta que el día del accidente, el conductor del vehículo se llevó a su mujer y a sus tres hijos, para disfrutar de las fiestas de Los Naranjos. Como consecuencia del accidente la pareja murió y ningún familiar se quiso hacer responsable de los niños, por lo que los tres crecieron en una casa de abrigo.

Nunca supo el nombre del conductor y su esposa, pero recuerda con precisión que el accidente ocurrió a las 9:30 am aproximadamente. Fue un momento de terror que nunca olvidará.




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.