Cristhopher Borrero || @CristhopherB
La Guásima opera a baja
capacidad, denunciaron trabajadores del vertedero que prefirieron guardar
el anonimato. Alegaron que de las 10 máquinas compactadoras solo
cuatro están operativas.
Los testimonios recabados contradicen
la declaración emitida la semana pasada por el secretario de Ordenación del
Territorio, Ambiente y Recursos Naturales del Gobierno de Carabobo, Diones Oliveros, quien habría asegurado que
el vertedero de basura se encuentra 100% operativo.
El 28 de agosto de 2014, tras una inspección con Oliveros y tres
diputados del Consejo Legislativo de Carabobo, se aseguró que 12 máquinas nuevas habían sido
solicitadas, solo hacía falta que el Banco Central de Venezuela otorgara la
liquidación de las cartas de crédito.
La actividad en la Guásima es
constante. Los camiones no paran de ingresar pero deben hacer cola para
descargar los desechos y no saturar las máquinas disponibles. No menos de 18
mil toneladas de basura se acumulan diariamente. En tiempos de lluvia el
terreno arcilloso es otro obstáculo que impide operar en la zona con
naturalidad.
Oliveros explicó vía telefónica que algunas familias que vivían
en las adyacencias de La Guásima fueron
reubicadas en Ciudad Chávez. Pero no todas han gozado del beneficio. Alegó que las fumarolas de gas metano no se instalaron porque
serán puestas al cierre de la segunda etapa de saneamiento del vertedero.
El secretario admitió que la cancha de microfútbol sigue en deuda, pero salvó que el
espacio está habilitado.
Vivir de
la basura
Hace seis meses Daysi Pérez,
cocinera, quedó desempleada. Es segregadora de
plástico en el relleno. La mujer es natural de la Fundación Mendoza pero la crisis la impulsó a hurgar en
la basura de la Guásima para
subsistir.
Pérez debe recolectar entre 600 y 900 kilos de plástico
semanales para percibir buenas ganancias. Le pagan 20 bolívares por kilo del
material. “Prácticamente tenemos que pelearnos cuando
llega la basura, todos quieren recoger lo más que puedan y eso es caótico”.
Cerca de dos mil personas se benefician, en algún sentido, de la recolecta y segregación de basura en la zona.
