Dayrí Blanco
La política económica instaurada “tercamente” en Venezuela
ha provocado, durante el último año, un caída en 47% de las importaciones que
se hacían desde Colombia por la merma de los ingresos petroleros. Pero con el
cierre de la frontera la situación se agudizará. El 48% del comercio valenciano
del sector químico, confites y textilero será el más afectado.
La alerta la hizo el presidente de la Cámara de Comercio de
la ciudad, Guillermo Manosalva. Sus números indican que la compra de insumos y
productos terminados al vecino país pasaron de 142 millones de dólares en julio
de 2014, a 75 millones de dólares un año después. Las exportaciones también han
disminuido. En los últimos 12 meses bajaron de 788 millones de dólares a 437
millones, aún cuando se tuvo un buen momento en el 2006, cuando Venezuela
exportó mil 496 millones.
Venezuela era el segundo país proveedor de Colombia, después
de Estados Unidos, superando a cualquier nación europea y a otro
latinoamericana, en el 2002. Se estima que el 6,2% de las compras colombianas
provenían de Venezuela. “Pero la errada política de importaciones y el macabro
interés de acabar con el aparato productivo del país llevo a que para el 2010,
solo se exportara 300 millones dólares”, pasando al lugar 24 en el ranking de
los proveedores internacionales de Colombia, lo que es igual a 0,75 % de las
compras internacionales de ese país.
Manosalva alertó que es difícil defender un modelo económico
que genere pérdidas de mercado externo,
sobre todo cuando Venezuela necesita desesperadamente aumentar sus
exportaciones no petroleras.