La
insuficiencia cardíaca es una condición en la que el corazón no está en
capacidad de mantener una circulación adecuada en el cuerpo y como consecuencia
se producen síntomas muy característicos como la sensación de falta de aire o
disnea, que aparece en forma progresiva, primero con grandes esfuerzos, luego cuando
se hacen actividades habituales y por último hasta los mínimos movimientos y el
reposo.
La
insuficiencia cardíaca es un problema de salud pública y su prevalencia en el
mundo es de 2%. En Venezuela está estimada entre 1% y 2%. Según la información
publicada en los anuarios de
Epidemiología del Ministerio del Poder Popular para la Salud, se estima que
dicha patología causa una mortalidad de 3 personas al día.
Tanto
la exacerbación de los factores que favorecen la aparición de la insuficiencia
cardíaca, como el aumento del promedio de edad de la población general, con su
consecuente incremento de envejecimiento predisponen a que haya más casos de
insuficiencia cardíaca. Es por ello que esta afección se ve más frecuentemente
en mayores de 60 años, con un ascenso de aparición mayor después de los 70 y 80
años de edad.
Se
puede evitar la insuficiencia cardíaca al conocer las entidades que la
predisponen. Conocemos los factores de riesgo para la enfermedad
coronaria: colesterol elevado, fumar, hipertensión arterial, sedentarismo, diabetes
mellitus, sobrepeso, dietas elevadas en grasas y sal, sin vegetales y frutas,
exceso de alcohol y estrés.
Si
ya está diagnosticada la insuficiencia cardiaca, no debe olvidarse el control
de los factores de riesgo y mantener un control médico estricto, que
junto con la dieta y un programa de ejercicio dirigido, agregará
medicamentos que no sólo mejoran los síntomas, sino que también mejoran
el pronóstico del enfermo.
Recientemente
se ha probado un nuevo medicamento identificado como LCZ696 que ha demostrado
gran eficacia en el control y disminución de la mortalidad de los pacientes con
insuficiencia cardiaca.
Nota de prensa Comstat Rowland