EFE
El Tribunal Superior británico dictó este jueves que el Gobierno de la primera ministra, Theresa May, debe recibir autorización del Parlamento antes de activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que da inicio al periodo de 2 años de negociaciones para salir de la Unión Europea (UE).
En un veredicto histórico, los jueces dieron la razón a un grupo de ciudadanos que cuestionaron que el Ejecutivo pueda iniciar el proceso de desconexión de la UE sin convocar previamente una votación parlamentaria.
El juez jefe John Thomas aclaró que la decisión es una pura cuestión legal.
«El tribunal no valora ni expresa ninguna opinión sobre los méritos de abandonar la Unión Europea: esa es una cuestión política», subrayó.
Tras conocer el dictamen, el ministro de Comercio Internacional y abanderado del brexit, Liam Fox, dijo que el Gobierno lo recurrirá ante el Tribunal Supremo, la máxima autoridad judicial británica, que se espera que se pronuncie antes de finales de año.
«El Gobierno está decepcionado con la decisión del tribunal», declaró Fox en la Cámara de los Comunes.
El país votó por salir de la Unión Europea en un referéndum aprobado por una ley del Parlamento, y el Gobierno está decidido a respetar el resultado del referéndum, en el que casi un 52 % de los británicos apoyó abandonar el bloque europeo, añadió.
Por su parte, Gina Miller, una de las ciudadanas que planteó el caso ante el Superior, saludó el dictamen y pidió al Ejecutivo que tome la sabia decisión de no apelar.
Los partidos Laborista, Liberal Demócrata y Verde, en la oposición, se congratularon por el veredicto, mientras que el líder en funciones del eurófobo UKIP, Nigel Farage, alertó de una posible traición de la voluntad popular.