Para el alcalde de Valencia, Miguel Cocchiola, lo ocurrido en la subestación eléctrica Las Clavellinas demostró dos cosas. Que no se hacen los mantenimientos adecuados, y las divisiones que hay en el chavismo, porque de manera inédita en Carabobo se endilgan responsabilidades entre ellos mismos.
La primera autoridad local refirió que por su parte seguirá insistiendo en que se resuelva el desastre en la calidad de los servicios públicos de electricidad y agua, pues se está viviendo un punto histórico de inflexión. “O lo que es lo mismo, nunca antes estuvimos peor”.
El alcalde señaló que solo Dios no ha permitido, entre otras cosas que en 2016 se secara la represa del Guri, sin dejar de recordar que desde hace una década se denuncia la mala calidad del agua, soportado en estudios y análisis hechos en los embalses y plantas de tratamiento.
El mandatario local ofreció declaraciones desde la plaza Santa Rosa, donde hizo entrega junto a su esposa Giorgia Cocchiola de canastillas y kits a madres y futuras madres, en solidaridad a las familias valencianas en medio de la crisis económica que vive el país. Dichas acciones solidarias forman parte de su gestión social que ya suma más de 10 mil canastillas entregadas a mujeres embarazadas.
Insistió en que los sueños de las nuevas familias están afectados, porque la economía del país está destruida. No hay comida, ni agua, ni luz, ni medicinas, ni dinero, y un dólar está valorado en cien mil bolívares.
Cocchiola añadió que cientos de camiones baranda transportan al pueblo desde sus casas a sus trabajos y viceversa, destruyeron los empleos, porque han hecho inaccesibles la adquisición de repuestos.