A las 10:00 p.m. del martes 23 de abril la explosión de un transformador dejó sin electricidad a los vecinos de la avenida principal de la Vivienda Rural de Bárbula, en Naguanagua. Y pese a sus reportes y denuncias, el apagón persiste.
Ya son ocho días los que cumplen sin el servicio más de 100 familias entre las que predominan niños y adultos mayores.
La vecina de la zona, Francis Flores, relató que ella misma hizo el reporte a través de la aplicación VenApp, mientras que otros han hecho lo propio en las oficinas de Corpoelec y la alcaldía, pero no han recibido respuesta favorable más allá de la promesa, desde el lunes 29 de abril, de que enviarían un nuevo transformador.
Sin electricidad y con las facturas al día
Flores manifestó su indignación ante la situación que tiene a la comunidad padeciendo entre el calor y la descomposición de sus alimentos.
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“La mayoría de la gente de aquí son de avanzada edad y muchos no tienen cómo moverse para poner la denuncia porque algunos están en silla de ruedas y otros usan bastón”.
Como Flores, la mayoría de los vecinos que siguen sin electricidad pagan sus facturas por el servicio, “y ni siquiera así han tomado en cuenta mi denuncia, porque hasta ahora no ha venido nadie personalmente, toda la comunicación es a través de mensajes y llamadas”.
Desde el primer momento lo único que le dicen es que hablen con uno u otro ingeniero, y lo más reciente es que están tratando de localizar el transformador.
“Ya Corpoelec tiene el caso en sus manos y, supuestamente, venían el lunes, después dijeron que ayer, y ya es miércoles y nada. No podemos seguir esperando porque, lamentándolo mucho, nos dicen que mañana, que pasado mañana, que están solucionado, pero no nos ha solucionado nada y ya tenemos casi nueve días en esto”.
Ella es comerciante y ha tenido mucha pérdida al no poder trabajar durante esta semana sin electricidad. Misma situación que enfrentan muchos que viven de la venta de sus productos.
Solución vecinal
Algunos vecinos, ante la respuesta tardía de las autoridades, han solucionado ellos mismos el problema. Flores narró que hay quienes se conectan a otro transformador de la zona que sí funciona, pero que también está por colapsar.
En cualquier momento podrían ser más familias las que se queden sin electricidad. “Ese transformador se ve rojo por las noches, “o sea, que ya eso también está a punto de explotar”.
Para la vecina la solución no está en protestar, quemar cauchos ni tener enfrentamientos políticos, sino en que se atienda la denuncia ciudadana.
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