Los candidatos debatieron sobre la pandemia de la COVID-19, la tensión racial, la situación de las familias estadounidenses, el cambio climático y la seguridad nacional.
Donald Trump abrió el encuentro con una defensa a su estrategia contra el coronavirus.
“Me han felicitado los jefes de muchos países”, dijo, mientras insiste en que “la culpa de todo ha sido de China”.
Biden recordó que en Estados Unidos han muerto 220.000 personas y que “no tiene un plan ni una vacuna”.
El segundo tema fue la transparencia de las elecciones, puesta en duda por Trump y un día después de que el FBI denunciase la injerencia remota de Irán y Rusia para influir en los resultados.
“Nadie ha sido tan duro contra Rusia como yo”, señaló Trump, tras acusar sin pruebas a Biden de recibir “mucho dinero” de Moscú.
“Yo no he tomado dinero de ninguna fuente extranjera, nunca”, le ha respondido Biden. Enseguida sacó a colación que su rival no presentó sus declaraciones de impuestos.
El debate continuó con una discusión acerca de la intención de Trump de recortar los planes de salud.
“Yo quiero una mejor atención médica, por eso quiero terminar con Obamacare”, como se llama a la reforma sanitaria que Obama aprobó en 2010, ha dicho Trump.
“Le quiere quitar la cobertura a 22 millones de personas”, respondió Biden.
La moderadora consultó luego a Trump, sobre la separación de niños inmigrantes de sus familias.
Trump respondió que esos niños vinieron sin sus padres.
Biden respondió, que eso no es cierto: “Los hemos separado de sus padres y ahora no los pueden encontrar. Eso es criminal”.
Sobre el racismo, Biden mencionó que está “institucionalizado en EE UU”.
“Nadie ha hecho más por la comunidad negra que Donald Trump”, contestó el republicano.
“Me encanta el medio ambiente, tenemos el aire más puro”, subrayó Trump cuando le preguntaron sobre su política al respecto.
El candidato demócrata no se mostró de acuerdo: “Tenemos la obligación moral de encargarnos del cambio climático”, refirió elpaís.com.