Las
familias que habitan en la comunidad rural de La Mona, al este de Bejuma, ya comienzan a padecer
los problemas que se generan a partir de que reciben agua en mal estado.
El líquido se lo proporcionan a través de un pozo color
amarillento, con mal olor, con espuma y como con una especie de baba, lo que ya
ha comenzado a enfermar a algunas personas, dijo José Márquez, habitante
de esa localidad. Recordó que el pozo lo comenzó a construir la Alcaldía de Bejuma, en la
administración de Lorenzo Remedios y lo finalizó la Fundación Sara Souto, en cuya
obra se invirtieron unos 600 mil bolívares.
La situación ha sido denunciada en varias instancias, pero no se
ha resuelto. Márquez comentó que quien se ha erigido como responsable del
pozo, Lucy Pozo,
insiste en el hecho de que el agua es apta para el consumo, pero ella no
la consume, ya que para hacer uso de este recurso utiliza la que proporciona
Quebrada Honda.
En la zona hay dos pozos, uno no funciona por daños en el
tablero eléctrico, por lo que pudiera utilizarse el que está en funcionamiento
para que la comunidad no se vea afectada.