Dayrí Blanco
En noviembre de 2015 todo cambió. Con la emisión de la resolución del ministerio de Alimentación, que establece que la Corporación de Abastecimientos y Servicios Agrícolas (CASA) comenzó a ser el único ente autorizado para la importación de materia prima elemental para el procesamiento de alimentos procesados para animales, inició una disminución considerable en la producción que comenzó con una caída de 61,54%, y que en la actualidad mantiene las líneas paralizadas al 100%.
El Estado controla la adquisición de insumos importados y las consecuencias han sido negativas. En el grupo Super S, que cubre el 60% del mercado de alimentos para pollos, cerdos, ganado vacuno y mascotas, la fabricación se fue a menos. Pasaron de elaborar mil 300 kilos diarios a solo 500 a principios de 2016. Pero desde hace dos semanas la detención ha sido total.
No hay soya ni maíz para producir las más de 30 toneladas de alimentos al mes que hacían. En promedio, cuando la adquisición de insumos aún la manejaba la firma, llegaban a diario 30 gandolas cargadas de insumos, cuando CASA asumió el control bajó a solo ocho.
Esto provocó que lo poco que se producía se destinara exclusivamente para las granjas dependientes del grupo Súper S y se haya suspendido el suministro a otras empresas que también se dedican a la cría y venta de carne de cerdo, pollos beneficiados y subproductos como mortadela y jamón.
En Alimentos La Caridad el panorama se repite.Desde hace un mes se paró la producción. La capacidad de la fábrica se redujo al mínimo en enero con la manufactura limitada de dos mil toneladas para alimentar exclusivamente a los 60 mil animales de la compañía. Un semestre antes los despachos para proveedores de otras empresas comenzaron a ser irregulares hasta extinguirse.
La planta tiene una capacidad instalada de 10 mil toneladas de las que el 80% se destinaba al mercado externo en regiones como Aragua, San Carlos, Portuguesa, Barquisimeto y Carabobo, para lo que se requiere 12 mil toneladas de maíz y soya.
Depende de la asignación de la distribución de los insumos de parte de CASA para el reinicio de las operaciones. Hasta ahora se ha aplicado suspensión laboral a 60 trabajadores con permiso remunerado y vacaciones adelantadas del 28 de marzo al 28 de mayo. El resto se mantendrá realizando labores de mantenimiento.
A esta crisis de matera prima se sumó un problema laboral. Luis Gutierrez, secretario de finanzas del sindicato de Super S, detalló que la discusión del contrato colectivo se suspendió al iniciar la discusión de las cláusulas contractuales relacionadas con el aumento de salario e incremento del bono de alimentación.