Beatriz Rojas @rojas_beatriz
En el Teatro Municipal de Valencia se realizó este domingo el acto central de la celebración de los 400 años de la Cofradía Nuestra Señora del Socorro, donde los asistentes pudieron disfrutar de un impecable concierto a cargo de la Orquesta Sinfónica Carabobo, dirigido por el maestro José Carmelo Calabrese.
La ceremonia incluyó el conferimiento de la condecoración “Honor a la Fidelidad” que le impuso la presidenta de la cofradía, Marina De Bencomo, al arzobispo de Valencia, monseñor Reinaldo Del Prette. Luigi Frassato, quien fue el orador de orden en el acto, recibió la distinción como Cofrade Honorario.
Marina de Bencomo expresó que son los cofrades actuales, los herederos históricos de esa institución cuatricentenaria que se ha mantenido a lo largo del curso de esta vida, con sus luces y sombras por pura gracia de Dios, afianzados bajo la devoción al Espíritu Santo y a la virgen del Socorro.
Citó que los cofrades se sienten orgullosos de pertenecer a la institución laical más antigua de la iglesia católica, lo cual se debe traducir en compromiso tanto para la actualidad, como para las generaciones futuras.
Luigi Frassato por su parte, manifestó sentirse abrumado cuando en su condición de humilde pecador, el señor arzobispo lo designó para pronunciar el discurso de orden en la sesión especial en honor a la Cofradía de Nuestra Señora del Socorro, al cumplirse los 400 años de sus antecedentes históricos.
Citó que la virgen María es una sola, pero los católicos la invocan con diferentes advocaciones, nombres o títulos, tomando en cuenta algún acontecimiento de su vida, aparición o imagen de ella. Por lo tanto sería un error anteponer alguna advocación o título a otra.
“Es la misma santísima Virgen María”.
Una vez culminado su discurso, los integrantes de la Orquesta Sinfónica de Carabobo iniciaron el concierto con el himno a la Virgen del Socorro, con letra de monseñor Gregorio Adam y arreglo de Ángel Balán. Le siguieron las piezas Tono a la Virgen del Socorro, de Cayetano Carreño y arreglo de Angel Galán. Pavana de Gabriel Fauré; Ave María de Giulio Capaccini; Valencia, de Ernesto Luis Rodríguez y música de Juan Vicente Torrealba, para finalizar con Aires de Venezuela, con arreglo de José Tenzio.
