Sara Pacheco
Cansados de robos y promesas incumplidas, un grupo de estudiantes de la Universidad de Carabobo cerró el ingreso por el arco de Bárbula este jueves alrededor de las ocho de la mañana. La acción es una medida de protesta por los constantes robos en las rutas universitarias y dentro de la casa de estudios. Este mes dos autobuses fueron interceptados por delincuentes, quienes despojaron de todas las pertenencias a los usuarios. Uno de los casos ocurrió dentro del campus.
Los movimientos estudiantiles 21 de noviembre, Líderes Ucistas 123 y CEA 1010, lideraron el cierre, con cauchos quemados. «Seguridad», era la palabra que se leía en la pancarta más grande.
Jesús González explicó que los robos incitaron la protesta. “Robaron a todo el mundo, tocaron a las mujeres. Ya la inseguridad es muy fuerte, todas las facultades sufren el mismo padecimiento. Gerson Morales señaló como un problema recurrente la falta de alumbrado en el campus. “Todo esto parece una boca de lobo. Le hace las cosas más fáciles a los delincuentes”.
En cambio, Alex Rojas rechazó que las autoridades universitarias estimen que la delincuencia bajó a 72%. “Es totalmente falso. El presupuesto de la universidad se va en una mentira que está en las cornisas de nuestras facultades como es ´UC segura´. Cuando vamos a la realidad vemos claramente que no es así”.
Detallaron que algunos medios de comunicación venden una campaña de una universidad sin problemas. Negaron que el comedor sirva ocho mil comidas, como se expuso, en un buen día se ofrecen tres mil. Exigen prontas mejoras, de lo contrario continuarán protestando.
El vicerrector administrativo, José Ángel Ferreira, acudió a la protesta a intentar mediar con los estudiantes, sin embargo no llegaron a acuerdos claves.