AP
Stephen Curry se lució en los tiros de larga distancia y atacó el aro
con estilo y efectividad hasta que sufrió una torcedura de tobillo. Desde el
banquillo, pidió tres veces al entrenador Steve Kerr que lo enviara de nuevo a
la cancha, pero no volvió. Y el resto del elenco de Golden State se encargó de finiquitar
el trámite, para que el equipo comenzara la postemporada apabullando el sábado
104-78 a los Rockets de Houston.
"Me sentí como un niño al que envían al banquillo",
dijo Curry. Pero su actuación fue tremenda. Mostró su capacidad para
encestar de cualquier ángulo y totalizó 24 puntos antes de sufrir la torcedura.
Los Warriors no dieron a conocer cuál es la situación
de Curry, el Jugador Más Valioso de la campaña anterior.
"Por ahora, no veo un escenario en el que yo pueda perderme
el partido", comentó Curry, quien reconoció sin embargo que el panorama
podría cambiar si la lesión empeora o si hay riesgo de que ello ocurra.
"En el tema de tolerancia al dolor, sé lo que puedo soportar en la
cancha".
Draymond Green añadió 12 unidades y 10 rebotes por Golden State,
que siguió impresionando tras imponer el récord de más victorias en una campaña
regular el miércoles, cuando llegó a 73. Unas 60 horas después, los Warriors vapulearon a los Rockets.
El segundo encuentro en esta serie se realizará el lunes en la
Oracle Arena. Avanzará el primer equipo con cuatro victorias. Curry será revisado de nuevo este domingo. "Si perdiéramos al Jugador Más Valioso de la NBA, ello
definitivamente transformaría el equipo", indicó Green. "Hay cierta
preocupación".
Tras rebasar la marca impuesta por Michael Jordan y los Bulls en
1995-96, Golden State dejó claro algo: ese récord significará muy poco si no
conquista su segundo título consecutivo en la NBA. También por los Warriors, el
brasileño Leandro Barbosa sumó nueve puntos y un rebote. Su compatriota
Anderson Varejao capturó un balón frente a los tableros.
Jamse Harden sumó 17 tantos por Houston, limitado a seis
encestes de campo en el primer periodo de un partido que marca la reedición de
la última final de la Conferencia del Oeste, en la que Golden State se impuso
tras cinco duelos.