Luisa Quintero | lquintero@el-carabobeno.com
Sufrir una convulsión en el metro, de camino a casa, en el
trabajo o dentro de la escuela se transformó en una realidad para los pacientes
con trastornos neurológicos, debido a la escasez de medicinas para tratar estas
dolencias en el país. Las personas que padecen epilepsia son las más afectadas
por el desabastecimiento debido a que los principios activos que necesitan
están en desabastecimiento crítico, afirmó Luisa del Moral, presidenta de la
Sociedad Venezolana de Neurología.
El deterioro posterior de estos pacientes al no conseguir el
medicamento se manifiesta en la presentación de múltiples crisis convulsivas,
destacó del Moral, que llevan a traumatismos, caídas, status convulsivos,
limitación de actividades escolares, laborales
y sociales. Según estimaciones, alrededor de un 3% de la población
padece epilepsia. Carbamazepina, lamotrigina u oxcarbamazepina son difíciles de
conseguir en las farmacias.
En el país hay más de 54 medicamentos escasos para
patologías neurológicas, detalló la especialista. En 2015 se han encontrado con una mayor ausencia de
medicamentos sea por nombre comercial, principio activo o diferentes
presentaciones. La carbido-levodopa, principio activo para el tratamiento de
Parkinson, también es escasa.
La gravedad de la ingestión de los medicamentos de forma
intermitente es la desestabilización clínica de los pacientes, la no curación,
destacó al presidenta de la sociedad, pues no se consiguen niveles séricos
útiles que detengan la progresión de las enfermedades, aunado a altos índices
de depresión, angustia y tristeza por la frustración que produce no poder tomar
el tratamiento oportuno y la certeza del deterioro clínico.
