Dayrí Blanco|@DayriBlanco0
José Ruíz sabe que las cosas no marchan bien dentro de la planta. Él ha visto cómo la producción se ha venido a menos. Mensualmente los números suelen ser más negativos. Y lo corrobora al recorrer cada uno de los espacios de la compañía y ver las líneas no están al 100%. Las acentuadas fallas en el suministro de materia prima importada bajaron a 17% la manufactura de latas de Empresas Polar. Pero tras la paralización de las cuatro plantas cerveceras se redujo a 12%.
De una capacidad máxima de 120 millones de unidades al mes se pasó a 20 millones, y en la actualidad llegan a 15 millones, una cifra que podría ser peor en algunos días. “Solo estamos trabajando para refrescos y jugos, pero esas industrias también tienen problemas porque no les está llegando suficiente azúcar”, relató Ruíz, quien es secretario general del sindicato de Superenvases.
El temor está latente. Son 210 personas que conforman la nómina del lugar. “En cualquier momento podríamos irnos a suspensión laboral también”, alertó al recordar que por esa situación pasan sus compañeros de Metalgráfica, las líneas de salsa de tomate y mayonesa de Salsas y Untables, y de Cervecería San Joaquín. Todos por la misma causa: falta de pago del Gobierno a los proveedores internacionales de la firma.
En Superenvases se requiere de láminas de aluminio que tradicionalmente eran importadas de Alemania. La deuda que se tiene con el fabricante es tan alta que la última compra se le hizo a otro de México, que envió 70 millones de unidades de tapas ya manufacturadas, que llegaron en marzo y de las que queda 50%. “Al ritmo que vamos el inventario alcanza hasta la segunda semana de junio”.
Pero si el ritmo baja en las líneas de refresco y jugo de Pepsi Cola la materia prima podría rendir más, aunque los perjudicados serían los trabajadores al ser muchos para poca producción.
Los cortes eléctricos han sido otro problema. “Lo que no hacemos en esas cuatro horas simplemente se deja de hacer”. Ruiz alertó que son tantas las dificultades que cada vez más se hace difícil pasearse por la planta y ver la decadencia. “Esto cada día es peor”.
