Dayrí Blanco|@DayriBlanco07
El Gobierno tiene el control de 60% de la producción de alimentos del país. Con la política expropiatoria lo logró. “Solo con esas empresas se puede dar comida a gran parte de la población, pero no es así”, aseguró la diputada del Consejo Legislativo de Carabobo, Neidy Rosal, quien exigió de manera categórica una inspección a cada una de esas plantas.
“Lo tienen todo”, expresó la legisladora al referirse a compañías como Festín, Fama de América, Pronutrico, Industrias Diana, Café Madrid, El Peñón, Lácteos Los Andes y los 10 centrales azucareros que tienen en sus manos.
La mayoría de estas empresas están paralizadas o a baja capacidad, “y eso no se justifica porque de estar operativas la escasez se reduciría en más de 50% de forma inmediata”.
Rosal rechazó la designación de Vladimir Padrino López como encargado del abastecimiento nacional al considerar que es una muestra del fracaso de la política económica del Ejecutivo e hizo un llamado al estímulo de la producción nacional. “Ya vimos cómo controlaban los puertos, la compra masiva de alimentos y la mayoría de las plantas productoras y no hubo resultados positivos”.
Pero ahora la estrategia cambió. “Se quieren militarizar las redes de comercialización para que no se hagan colas en los establecimientos formales sino en los cuarteles, para tratar de reprimir más a la gente que está muriendo de hambre y eso es muy alarmante”. Señaló que los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) también evidencian la improvisación del Gobierno en materia alimentaria.