En la misma casa donde recibió a más de un dirigente, medio de
comunicación y/o vecino, ubicada en la calle Antonio José de Sucre, fue despedida Eduarda Coromoto Luquez de
Hernández, líder vecinal del barrio Ambrosio Plaza.
Su disposición por ayudar a los habitantes del sector era su
bandera, establecer a esta pequeña comunidad de Miguel Peña al sur de Valencia,
como un modelo de organización y buenas costumbres, era su motivo para luchar y
levantarse cada mañana.
La tristeza invadió a
amigos, familiares y allegados la mañana de este martes durante su
velorio, pero el recuerdo de esa mujer, pequeña en tamaño pero grande en valor,
siembra templanza en los corazones de quienes tuvieron la dicha de conocer a
«Coromotico».
Cristianamente, de forma
natural se apagó su luz la noche del lunes primero de enero. Desde esta casa
editora, deseamos a sus familiares serenidad, pues fue gran colaboradora del
Diario del Centro. Paz a sus restos y hasta siempre Coromoto. (SP)