AFP
El gobierno venezolano firmó este viernes contratos y otros compromisos por 4.500 millones de dólares con empresas como la canadiense Gold Reserve, para la explotación de una rica reserva minera.
«Estamos firmando contratos por 4.500 millones de dólares en lo que resta de 2016 y 2017», dijo el presidente Nicolás Maduro durante la firma de los acuerdos con ocho compañías, incluidas estatales venezolanas y la canadiense Energold.
Maduro anunció que además en las próximas semanas se cerrarán negociaciones con inversores locales y extranjeros por «otra gran cantidad de miles de millones de dólares».
Los proyectos se desarrollarán en el Arco Minero del Orinoco, área de casi 112.000 km2 cuadrados con reservas de oro, diamante, hierro, bauxita, cobre y coltán.
En total fueron suscritos dos acuerdos para la constitución de empresas mixtas con la corporación Faox y Gold Reserve, y seis memorandos de entendimiento.
El acuerdo con Faox prevé una inversión de 330 millones de dólares para obtener 5.000 toneladas de coltán, «con una proyección de 10.225 millones de dólares» para el Estado, detalló el ministro de Desarrollo Minero Ecológico, Roberto Mirabal.
Mientras, el convenio con Gold Reserve para la explotación de oro y cobre en el proyecto Las Brisas tendrá una duración de 27 años, y los dividendos para el país se estiman en 14.000 millones de dólares, añadió el funcionario.
Los contratos aseguran al Estado un 55% de las ganancias, más el impuesto a la renta y el pago de regalías, indicó el ministro.
Impacto ambiental
Durante el acto, Maduro firmó dos decretos: uno que ordena invertir el 60% de esos recursos en los programas sociales del gobierno, y otro que reserva al Estado la explotación del coltán y prohíbe el uso de mercurio para la extracción de oro.
Los acuerdos recibieron críticas de representantes indígenas de la región, que suscribieron un comunicado de la organización de derechos humanos Provea.
Según el documento, el gobierno incumplió «obligaciones constitucionales» de hacer «estudios de impacto ambiental y sociocultural en las actividades susceptibles de generar daños a los ecosistemas» y consultar «a los pueblos originarios cuando se aprovechen recursos naturales en hábitats indígenas».
Sin embargo, Maduro aseguró que los planes sí fueron consultados a las comunidades nativas para «respetar sus derechos y la preservación del medio ambiente».
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, anunció la creación de una «unidad especial» de la Fuerza Armada en la zona para impedir «una depredación anárquica, desordenada, en la explotación minera».
El gobierno ya había dado puntadas del acuerdo con Gold Reserve en febrero, cuando el ministro de Petróleo y Minería, Eulogio del Pino, anunció que Venezuela recibiría 5.000 millones de dólares de la minera que incluían resolver un arbitraje ante el Banco Mundial, un préstamo (2.000 millones) e inversiones (2.000 millones).
«Tuvimos una pelea y después de darnos duro nos sentamos. Hoy hemos sellado una gran inversión», destacó Maduro.
A finales de 2014, el Centro Internacional para el Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) ordenó a Venezuela pagarle 750 millones de dólares a Gold Reserve, que demandó al país por la revocatoria de la concesión en Las Brisas. Según Mirabal, esa área tiene un potencial de ganancias de 80.000 millones de dólares.
Los contratos suscritos este viernes llegan en momentos en que Venezuela está sumida en una severa recesión de al menos dos años, agravada por la caída de los precios del petróleo.
