El centro comercial Omnicentro, donde además está la sede de El Carabobeño, sirvió como escenario para que la academia de danza Raíces y Cultura Venezuela realizara parte de su exhibición anual de kizomba, un género musical y de baile de origen africano fusionado con ritmos latinos como la bachata, el tango y la música urbana.
Milena Ortega, ingeniero civil egresada de la Universidad de Carabobo UC y profesora de kizomba en la academia, fue la artífice de esta iniciativa que busca mostrar al público un género que, según sus palabras, no es tan conocido, al tiempo que resaltan algunos lugares emblemáticos de Carabobo, como es el caso del imponente edificio de El Carabobeño.
“Los espacios de El Carabobeño son icónicos aquí en el estado, específicamente en Naguanagua. Tienen una visibilidad muy bonita con sus mosaicos de fondo, la fuente, y el propio edificio del periódico, que es todo un icono del municipio”, señaló Norbin Peraza, director de Raíces y Cultura Venezuela.
Desde tempranas horas de la mañana de este sábado 19 de diciembre, al ritmo de la canción Djadja de la cantante y compositora francesa Aya Nakamura, las siete parejas se dispusieron en perfecta formación en la plaza central de Omnicentro y dieron una energética muestra de sus pasos de kizomba.
La misma dinámica fue repetida en otros puntos de Naguanagua, como el centro comercial Sambil Valencia y el Hotel Hesperia WTC. En cada lugar grabaron vídeos que forman parte de una serie que servirá de exhibición de cierre de año en el género de kizomba. Harán lo mismo con cada una de las disciplinas que imparten en la academia.
15 años de danza y cultura
Raíces y Cultura Venezuela fue fundada en marzo de 2005 por el bailarín Ángel Méndez, quien se encuentra actualmente en Chile a cargo de la internacionalización de la academia, explicó Peraza. Además de kizomba también enseñan otros géneros latinos, como la bachata, el merengue, la salsa casino y salsa en línea.
A su juicio, este tipo de actividades culturales, así como también las disciplinas deportivas, además sirven para que la juventud “en lugar de estar ociosa, haga algo productivo”. Aseveró que de ahí se deriva la importancia de continuar impulsado este tipo de actividades que promueven los valores a través de la cultura.
Para este instituto de formación artística el 2020 no fue un año sencillo porque, con la llegada de la pandemia de COVID-19 al país, todo lo relacionado al sector cultural fue suspendido y restringido. Sin embargo, ya han podido retomar sus actividades académicas nuevamente siguiendo los protocolos de bioseguridad requeridos.
“El baile es vida, inspiración y una oportunidad de expresar sin miedo el sentir que cada uno lleva adentro. Además te da la oportunidad de conectar con otras personas”, resaltó el director de la academia.
El profesor de baile José López, quien también coordinó la actividad, sostuvo que en medio de la crisis desatada por la COVID-19 muchas personas han sentido la necesidad de desahogar sus preocupaciones y han encontrado en el baile y otras artes un buen mecanismo para hacerlo.
