En Altamira, una urbanización en el pueblo La Entrada en Naguanagua, el temor crece. Desde hace meses han reportado el hundimiento de la única carretera en la zona, que comenzó a colapsar días atrás, luego un fuerte aguacero.
Rafael Ramírez vive en el ramal 9. Hace años fue testigo de una falla de borde similar, que fue corregida durante la gestión de Alejandro Feo La Cruz. Ahora temen no correr con la misma suerte, por el contrario se enfrentan al riesgo de quedar incomunicados si llega a ceder por completo la carretera. Esa posibilidad no es tan lejana.
El vecino relató que con cada lluvia la situación empeora. Por eso no se han quedado tranquilos, además de pedir el apoyo de las autoridades, han pedido presupuestos para la reparación de la vía, que ronda los cuatro mil dólares.
Hasta ahora solo los han atendido los Bomberos de la Universidad de Carabobo, quienes se comprometieron a levantar un informe. «Estamos a la espera que algún organismo nos pueda ayudar porque el trabajo es bastante costoso. Además, las calles están muy deterioradas en toda la urbanización, por eso pedimos ayuda a los organismos competentes», dijo Ramírez.
Aquiles Trujillo es otro habitante de Altamira. El aprovechó la visita de El Carabobeño a esa comunidad para recordar que en la urbanización hay otras dos fallas de borde graves, que han reportado desde el 2016, pero las autoridades no han ido a inspeccionar. Ellos piden soluciones a la gobernación de Carabobo y la Alcaldía de Naguanagua.
Mientras esperan la ayuda, unas 30 familias estarían en riesgo de tener que desalojar las viviendas que por años han sido sus hogares.
Con información de Salvador Tartaglia