Al menos ochos personas murieron este jueves y quince resultaron heridas en un ataque suicida perpetrado en la capital de Somalia, Mogadiscio, confirmó a EFE el servicio de ambulancias capitalino Amin.
El atentado ocurrió en la zona del cruce de El Gaab, cerca del palacio presidencial, en una jornada marcada en la ciudad por las votaciones para elegir a los diputados de la Cámara Baja del Parlamento federal somalí correspondientes a Mogadiscio.
Las ambulancias Amin registraron ocho muertos y quince heridos después de que un suicida se inmolara contra un convoy en El Gaab, declaró a Efe el doctor Mohamed Abshir, del centro de emergencias de ese servicio de ambulancias.
El grupo yihadista Al Shabab se atribuyó el ataque, a través de su emisora local de radio Alfurqan, y precisó que iba dirigido contra un convoy que transportaba delegados electorales.
Ataque suicida en Somalia
En enero pasado, el primer ministro de Somalia, Mohamed Hussein Roble, y los presidentes de los cinco estados federales del país llegaron a un acuerdo para concluir las elecciones de la Cámara Baja el próximo 25 de febrero.
Aunque el mandato del presidente de Somalia, Mohamed Abdullahi Mohamed Farmaajo, venció en 2021, las elecciones se han retrasado por desacuerdos, demoras en los comicios parlamentarios y una escalada de tensiones políticas entre el presidente y el primer ministro.
El presidente de Somalia es elegido por los 329 miembros del Parlamento somalí (54 legisladores en la Cámara Alta, ya escogidos; y 275 legisladores en la Cámara Baja, aún en proceso de elección).
Al Shabab, grupo afiliado a la red terrorista Al Qaeda desde 2012, atenta con frecuencia en Mogadiscio y se opone a las elecciones, apoyadas por la comunidad internacional.
El aplazamiento sistemático de los comicios supone una distracción respecto a problemas graves como la lucha contra el grupo yihadista, que controla áreas rurales del centro y sur y quiere instaurar un Estado islámico de corte wahabí (ultraconservador) en Somalia.
Somalia vive en un estado de conflicto y caos desde que en 1991 fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin Gobierno efectivo y en manos de señores de la guerra y milicias islamistas, como Al Shabab.