Este sábado se cumplió en el sur de Valencia, uno de las ceremonias más solemnes de la iglesia católica, cuando el arzobispo, monseñor Reinaldo Del Prette, procedió a consagrar la nueva iglesia de la urbanización Santa Inés.
Se trata de un hermoso templo con capacidad para 700 personas sentadas, dedicado a Santa Inés mártir, que fue construido con aporte exclusivo del empresario Mario Freitas Sosa, quien también se encargó de la dotación completa.
Tres horas duró la ceremonia que se inició a las 10:00am y contó con la participación de un buen número de fieles, aunque no pudieron entrar todos los que deseaban, en cumplimiento de las medidas de bioseguridad para evitar contagios con la COVID-19.
Monseñor Del Prette presidió la misa concelebrada, junto al obispo de la Diócesis de San Carlos, monseñor Polito Rodríguez y el párroco de Santa Inés, Miguel Romero, junto a otros 20 sacerdotes más, seminaristas y monaguillos.
Los primeros bancos fueron ocupados por Mario Freitas y su familia, el alcalde de San Diego, León Jurado y su esposa Emilia, los diputado Saúl Ortega y Winston González; el cónsul honorario del Líbano en Valencia, Fadi Kallab y el dirigente opositor Carlos Lozano, entre otras personas.
La primera lectura estuvo a cargo de Charbel Attieh, exalcalde de San Joaquín y yerno de Mario Freitas.
Durante la homilía el arzobispo explicó que la consagración de un templo no es otra cosa que dedicarlo al culto exclusivo para la adoración de Dios.
Una vez más agradeció a Mario Freitas por el gesto que tuvo al construir la iglesia. Comentó que si todos los empresarios que obtengan su fortuna de manera honrada, hicieran este tipo de obras, en el país habría más escuelas, centros de salud y casas para el albergue de ancianos.
Citó además que las piedras vivas de la iglesia católica, son cada uno de los bautizados que recibieron el espíritu santo y que desean vivir como verdaderos hijos de Dios.
El prelado de la iglesia católica valenciana, hizo votos para que en lo adelante la comunidad de Santa Inés se convierta en los primeros custodios de este templo.
Posteriormente el coro comenzó a cantar las letanías, que incluía a los cuatro beatos venezolanos, mientras los feligreses permanecían hincados de rodilla. Los religiosos en el altar mayor, estaban de espaldas a la feligresía y de frente a la cruz de nuestro señor Jesucristo.
Acto seguido monseñor Del Prette cambió parte de su vestimenta externa de arzobispo y procedió a la consagración. Lo primero que hizo fue ungir el altar con el crisma sagrado. Hizo lo mismo con los muros del templo.
Posteriormente pusieron un brasero sobre el altar y allí el arzobispo echó incienso. Parte de él fue dispuesto en incensarios y monseñor lo dispersó por los alrededores del altar y luego por las inmediaciones del sagrario y el confesionario.
Monseñor se volvió a cambiar de indumentaria. Del altar se retiraron las brasas, se limpió y se le pusieron manteles blancos. De inmediato se iluminó la iglesia y se pudieron sobre el altar seis sirios y varios cálices. Quedó hermoso.
El arzobispo de dirigió entonces a consagrar el sagrario, que es el sitio donde se guardan las sagradas hostias. Luego bendijo a pila bautismal y el confesionario.
Mario Freitas pronunció un breve discurso donde agradeció a su familia por acompañarlo en este momento tan especial. Terminó su intervención con un “Viva Santa Inés Martir”.
El señor arzobispo procedió a designar al padre Miguel Romero, como párroco de Santa Inés, lo cual fue recibido con un gran aplauso.
El padre Romero también tomó la palabra y agradeció a Freitas por haber construido esta hermosa iglesia, que se consagra junto el día en que él celebra 17 años de ordenación sacerdotal.
Narró los pormenores del ofrecimiento de Freitas para construir la iglesia, lo cual en principio él no creía, pero que finalmente resultó un sueño hecho realidad.
Representantes de la comunidad entregaron obsequios a Freitas y a los sacerdotes, para dar por concluida la ceremonia. De inmediato sonaron los fuegos artificiales como signo de alegría por la celebración.
Los organizadores de la celebración dispusieron a la salida de obsequios religiosos para los asistentes, así como de torta, emparedados y refrescos.
